Hasta uno de cada cinco casos de anorexia conduce a la muerte. (Imagen: Amazings / NCYT / JMC) |
Alrededor del 1 por ciento de la población padece anorexia nerviosa, un trastorno que afecta mayormente a niñas y mujeres jóvenes. El peso de las pacientes con anorexia suele estar muy por debajo del recomendable, debido a las restricciones alimentarias que se autoimponen, y en muchos casos, al régimen excesivo de ejercicios físicos que siguen para quemar calorías y evitar ganar peso. El vómito autoinducido, el uso de laxantes, diuréticos o supresores del apetito contribuye a la pérdida de peso, el cual no supera el 85 por ciento del peso corporal normal. Las pacientes que padecen anorexia tienen una percepción distorsionada de su figura y un intenso temor a ganar peso. Habitualmente también presentan otros problemas mentales, como depresión, ansiedad y trastornos compulsivos.
Respecto a la evolución a largo plazo, hasta en un 20 por ciento de los casos la anorexia conduce a la muerte, convirtiéndola en uno de los más letales trastornos psicológicos. Las pacientes con anorexia a menudo sufren consecuencias físicas y psicológicas de la enfermedad a lo largo de sus vidas.
Varias psicoterapias han sido reconocidas como tratamientos adecuados para la anorexia nerviosa, y en países como por ejemplo Alemania, están cubiertas por seguros de salud. Sin embargo hasta la fecha, no se habían realizado estudios clínicos para examinar la eficacia de distintas psicoterapias de una manera comparativa y a una escala lo bastante grande.
Ahora se ha completado una investigación de ese tipo, realizada por especialistas en diez centros universitarios alemanes dedicados a los trastornos de la conducta alimentaria, y diseñada por los respectivos departamentos de medicina psicosomática de los hospitales universitarios de Heidelberg (bajo la dirección de Wolfgang Herzog) y de Tubinga (bajo la dirección de Stephan Zipfel).
En el nuevo estudio, se realizó un seguimiento a 242 mujeres adultas durante un período de 22 meses (10 meses de terapia y 12 meses de observaciones posteriores). El tratamiento se aplicó mediante 40 sesiones individuales sin hospitalización.
Cerca de un tercio de las pacientes habían estado hospitalizadas durante algún tiempo debido a su desmejorado estado de salud. Aproximadamente una cuarta parte de las pacientes abandonaron el estudio antes de llegar éste a su final.
Las participantes del estudio fueron divididas en tres grupos, de 80 ó 82 pacientes cada uno. Cada grupo fue tratado con una de tres psicoterapias sin hospitalización. Una de estas terapias es una forma optimizada de la psicoterapia estándar, mientras que las otras son dos terapias bastante nuevas y desarrolladas especialmente para el tratamiento de la anorexia sin hospitalización.
Los resultados de esta investigación permiten por primera vez extraer conclusiones científicas sólidas sobre la eficacia de estos tres tipos diferentes de psicoterapia, que son: la terapia psicodinámica focal, la terapia cognitivo-conductual y la psicoterapia estándar.
Las pacientes con anorexia en todos los grupos habían ganado peso de manera significativa al final de cada terapia y 12 meses después. El índice de masa corporal se incrementó de media 1,4 puntos (equivalentes en promedio a 3,8 kilogramos). En general, las dos nuevas clases de terapia mostraron ventajas en comparación con la terapia optimizada de psicoterapia estándar, que se emplea usualmente. Al final del estudio, la terapia psicodinámica focal mostró ser el método globalmente más exitoso, aunque la terapia cognitivo-conductual logró hacer recuperar peso a las pacientes con mayor rapidez. Las pacientes a las que se aplicó la terapia psicodinámica focal requirieron con menor frecuencia tratamientos adicionales con ingreso hospitalario. Si bien ambas terapias nuevas fueron muy bien aceptadas por las pacientes, un año después de finalizar la terapia alrededor de la cuarta parte de las pacientes continuaron padeciendo anorexia nerviosa sin mejoras apreciables.
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