TAMBIÉN LAS PERSONAS DE OJOS CLAROS
Al menos el 70 por ciento de los conductores sufren algún tipo de deslumbramiento cuando van al volante, un problema que en el caso de aquellas personas que tienen algún trastorno de visión es más pronunciado y hace que tengan más riesgo de sufrir un accidente de tráfico, según recuerda la Fundación Rementería, que ha iniciado una campaña de detección de "puntos blancos" en la carretera que puedan ocasionar destellos.
Estos destellos o deslumbramientos suelen estar provocados de forma directa por el sol, o bien a la salida de túneles o en cambios de rasante por su reflejo en los cristales de edificios u otros vehículos, ha reconocido el doctor Juan Gros, especialista en Cirugía Refractiva de la Fundación Rementería.
El problema, reconoce este experto, es que en personas con trastornos de la visión como hipermetropía, astigmatismo, miopía o glaucoma "el período de adaptación de la pupila aumenta y con ello el riesgo de accidente", advierte este experto.
De hecho, en un grupo de pacientes con glaucoma se comprobó que dos tercios tenían problemas de acomodación al salir de un túnel.
Las personas de ojos claros también son "especialmente sensibles" a la luz, debido a que su cantidad de melanina en el iris es menor", señala el doctor Gros.
Una investigación austríaca publicada este mismo año comprobó que "las personas de ojos azules tenían unos niveles significativamente más altos de luz difusa intraocular, por lo que "podrían experimentar deslumbramientos discapacitantes en situaciones diarias como la conducción nocturna con más frecuencia que otras".
Por otro lado, la conducción nocturna es la que se revela como más peligrosa debido a los deslumbramientos. El 66 por ciento de los conductores dice haber sufrido molestias con los faros de los conductores que vienen de frente que les dificultaban la visión.
Para evitar los deslumbramientos es importante comprobar las condiciones atmosféricas antes de realizar un viaje en carretera y extreme la precaución con nieve, lluvia o niebla. Además, si conduce de noche se debe usar gafas de filtro amarillo, que aumentan la agudeza visual y el contraste y eliminan los reflejos; y no olvidarse de luces de cruce en lugar de las de posición tanto en ciudad como en carretera.
Ese riesgo es aún mayor en mayores de 50 años, según un estudio del Grupo de Investigación en Visión Aplicada de la Universidad Complutense, de Madrid. "Hemos hallado que el halo que rodea la fuente luminosa durante la noche (como faros y farolas) se agranda a medida que envejece el ojo y dificulta ver los objetos que hay detrás", afirma la investigadora y profesora María Jesús Pérez Carrasco.
Para evitar estos deslumbramientos, la Fundación Rementería aconseja utilizar gafas de sol polarizadas y acudir al oftalmólogo si los deslumbramientos nos dificultan la conducción ya que podría ser síntoma de un trastorno de la visión y ocasionar un accidente.
"Las personas con especial riesgo de deslumbramiento, como aquellas con ojos claros, defectos de refracción o glaucoma, deberían extremar las precauciones a la hora de conducir, en especial en condiciones atmosféricas adversas como lluvia o niebla, ya que no sólo se reduce la visión sino que la luz de los faros se refleja en el agua y crea una sensación de espejo que puede ser muy peligrosa", subraya el doctor Juan Gros. (EP)
domingo, 10 de noviembre de 2013
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