Las enfermedades cardiovasculares, como el infarto de miocardio y el accidente cerebrovascular, son la principal causa de muerte en el mundo y en la mayoría de los países de las Américas, en donde se estima que causan 1,9 millones de muertes al año.Seguir una dieta saludable, hacer actividad física y evitar el consumo de tabaco pueden prevenir estas enfermedades. En el marco del Día Mundial del Corazón, que se celebra el 29 de septiembre, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) llama a adoptar hábitos de vida saludables desde la infancia para prevenir enfermedades del corazón durante la edad adulta.
“Emprende el camino hacia un corazón sano” es el lema del Día Mundial de este año impulsado por la Federación Mundial del Corazón y dirigido a las madres, por su rol central en la enseñanza de los cuidados y hábitos, y a los niños, quienes como consecuencia de los ambientes obesogénicos sufren cada vez más sobrepeso y obesidad.
El cuidado del corazón empieza con la lactancia y continúa con una alimentación saludable al ingerir más verduras, frutas y otras comidas no procesadas, así como al limitar el consumo de sal, evitar las grasas trans, los azúcares y el tabaco. Todo debe complementarse con rutinas de actividad física.
La obesidad, que está en aumento en los niños, es una de las principales amenazas para que las personas enfermen o mueran prematuramente. “Si se sigue con este patrón más personas padecerán diabetes e hipertensión más tempranamente”, advirtió Pedro Orduñez, asesor en Prevención y Control de Enfermedades Crónicas de la OPS. “Antes se veían casos de diabetes relacionados con la obesidad a los 60 ó 70 años, ahora se ven en personas de 40 ó 50 años”, añadió.
Orduñez destacó la importancia de conocer los números vinculados con la salud. “Uno sabe su talla de pantalón, de camisa y de zapatos, pero no así sus niveles de azúcar en sangre y diabetes, su colesterol, su índice de masa corporal y su presión arterial”, indicó. Conocer estas cifras, aunque la persona no se sienta enferma puede prevenir afecciones cardiovasculares y la diabetes, entre otras.
Otra recomendación es crear entornos que faciliten la modificación de actitudes, como el acceso a alimentos saludables y los espacios de recreación. En 2012, los ministros de Salud de las Américas se comprometieron en la OPS a reducir en un 25% la mortalidad prematura por enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes y enfermedades respiratorias crónicas para 2025. De alcanzar esta meta, se estima que se salvarán tres millones de vidas en la región.
Este año, el Día Mundial de la Salud, que se celebró el pasado 7 de abril, buscó generar conciencia sobre la hipertensión, la cual aumenta el riesgo de tener un infarto al corazón, un accidente cerebrovascular e insuficiencia renal crónica. Un mes antes, la Semana Mundial de la Concientización sobre la Sal exhortó a reducir su consumo excesivo el que contribuye a la presión arterial elevada. DocSalud
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sábado, 28 de septiembre de 2013
lunes, 11 de marzo de 2013
El insomnio, enemigo del corazón
Si usted tiene habitualmente problemas para conciliar el sueño y no acostumbra a descansar lo suficiente, sepa que sus posibilidades de sufrir una insuficiencia cardiaca son tres veces más altas que las de quien duerme a pierna suelta. Así lo atestigua un estudio publicado esta semana en la revista 'European Heart Journal'.
Hasta ahora, no se conocía a ciencia cierta si el insomnio en personas sanas podía influir de alguna manera en su riesgo de desarrrollar algún problema del corazón en el futuro. Por eso, los autores de esta investigación quisieron analizar a fondo la cuestión e hicieron un seguimiento a 54.279 personas, con edades comprendidas entre los 20 y los 89 años, durante más de una década (11 años).
"Observamos que las personas que afirmaban tener dificultades para conciliar y mantener el sueño y que además no se levantaban por la mañana descansados [es decir, no tenían un sueño reparador] tenían tres veces más posibilidades de desarrollar insuficiencia cardiaca", explica Lars Laugsand, del Departamendo de Salud Pública de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología y principal firmante del trabajo.
Esto no significa que exista una relación directa de causa efecto, subraya el especialista. "Sería necesario realizar más investigaciones y, si se confirmase su responsabilidad, como "es una condición fácilmente tratable, aportaría ventajas adicionales en la prevención de problemas coronarios", remarca.
Coincide con su punto de vista Enrique Asín Cardiel, jefe de servicio de Cardiología del Hospital La Zarzuela y Hospital San Francisco de Asís (Madrid). "No se pueden extraer conclusiones definitivas, sólo que las personas con dificultades de sueño tienen más probabilidades de presentar insuficiencia cardiaca".
Las causas
Aunque, tal y como reconocen los responsables de la investigación, la razón de esta asociación no está clara, probablemente tenga mucho que ver con que "el insomnio puede estimular un tipo de hormonas (como la adrenalina) que hacen trabajar más al corazón, suben la presión arterial y el consumo de oxígeno por parte del músculo casrdiaco", tal y como aventura el doctor Asín Cardiel. En la misma línea se pronuncia Julián Villacastín, director del Instituto de Cardiología de este Hospital Clínico San Carlos, quien cree que, de alguna manera, "la alteración de los transmisores implicados en el sueño acaban desarrollando insuficiencia cardiaca".
Desde el punto de vista científico, coinciden ambos especialistas, "se trata de un estudio sólido y muy bien realizado". Laugsand y su equipo hicieron un largo seguimiento (desde 1997 hasta 2008) a más 54.279 personas incluidas en el Nord-Trondelag Health Study, un estudio epidemiológico que se realiza en Noruega.
Al comienzo del estudio, se les preguntó sobre sus dificultades para conciliar y mantener el sueño y si a la mañana siguiente se despertaban cansados (signo de tener un sueño no reparador, uno de los síntomas de insomnio). Se sometieron a exámenes clínicos (colesterol, presión arterial, diabetes, peso, etc.), describieron sus estilos de vida (ingesta de alcohol, tabaco, actividad física...), se tomó nota acerca de su educación, edad, sexo y si tomaban alguna medicación. También se valoraron los síntomas de depresión y ansiedad y los antecedentes cardiovasculares.
Como señala el doctor Asín Cardiel, "la causa más frecuente de insuficiencia cardiaca es la enfermedad coronaria, por ejemplo, pacientes que han sufrido infarto de miocardio o que tienen una lesión en la válvula".
Teniendo en cuenta los factores de riesgo que pueden influir (hipertensión, diabetes, historial coronario), "vimos que el riesgo de insuficiencia cardiaca aumenta de forma moderada ante un signo de insomnio, pero cuando se sumaban tres (dificultad para conciliar y mantener el sueño y descanso insuficiente), las probabilidades se multiplicaban por tres".
Estos resultados, comenta Asín Cardiel, "abren una vía para que estudios posteriores analicen cuál es la causa de esta relación y si efectivamente se puede hablar del insomnio como un factor de riesgo". En la práctica clínica, agrega, "este estudio refuerza lo importante que es tener un sueño reparador y satisfactorio". Fuente: El Mundo.es
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