Lo que tenéis sobre estas líneas no es un extraño animal invertebrado. Se trata de uno de los cerebros más extraordinarios que ha podido ser fotografiado por la ciencia. Elórgano se conserva en la Universidad de Texas, pero el expediente médico de la persona al que pertenece se perdió, llevándose consigo no pocos misterios.
Un cerebro normal está lleno de pliegues y curvas que, además, son las mismas para todos nosotros y ya han sido cartografiadas en profundidad por los neurólogos. La falta de curvas que da una apariencia lisa a este cerebro es una condición llamada Agiria que se debe a un trastorno muy grave, pero poco común, denominado Lisencefalia.
La lisencefalia afecta al feto, y los niños con esta afección raramente sobreviven más allá de unos pocos años porque la ausencia de pliegues en el cerebro provoca serios problemas motrices y de salud. Lo que hace único a este cerebro es que su propietario era un adulto. Se sabe que el órgano perteneció a un hombre o mujer que vivió en el centro psiquiátrico North Central State Hospital hasta su muerte en 1970, pero los archivos del caso se perdieron. La Universidad de Texas va a realizar nuevos estudios sobre este hallazgo para tratar de determinar cómo pudo sobrevivir este paciente y en qué condiciones lo hizo. [New Scientist] Gizmodo
El torso de Roboy, un nuevo robot impulsado por tendones desarrollado en la Universidad de Zurich, revela su funcionamiento interno.
Los robots están ganando flexibilidad gracias a diseños inspirados en la biología, e impulsan la investigación de la inteligencia artificial.
POR AVIVA HOPE RUTKIN TRADUCIDO POR FRANCISCO REYES (OPINNO
Los robots por lo general tienen un aspecto rígido y no humano, con articulaciones poco elásticas que pueden hacer que sus movimientos sean menos predecibles y más difíciles de controlar. Roboy, un robot desarrollado por Rolf Pfeifer y sus colegas en el Laboratorio de Inteligencia Artificial de la Universidad de Zurich, es un ejemplo de un enfoque distinto y que poco a poco está ganando impulso.
Roboy tiene una forma humana con 1,22 metros de altura y un conjunto de 'músculos' inspirados en el sistema musculoesquelético humano. Los músculos de plástico trabajan en conjunto gracias a motores eléctricos y tendones artificiales. Los sistemas impulsados por tendones como el de Roboy imitan los mecanismos flexibles de la biología, y podrían dar lugar a una nueva clase de robots que sean más ligeros, más seguros y se muevan de una manera más natural.
"Si solo te interesa hacer un cierto tipo de trabajo, como un determinado movimiento o algo así, entonces puedes usar los métodos tradicionales basados en motores o articulaciones", afirma Pfeifer, que dirige el laboratorio de AI en Zurich. "Si te interesa un tipo de movimiento más natural, tienes que explorar la tecnología basada en tendones".
Imitar el movimiento humano resulta ideal para un robot que esté diseñado para asumir tareas humanas (ver "Atlas, el robot diseñado para ser un héroe"). Pero estos robots también pueden ayudar a los investigadores a explorar en qué modo la biomecánica podría dar lugar a un comportamiento más inteligente, un campo conocido como inteligencia o cognición encarnada. "La mayoría de la gente sabe que la inteligencia necesita el cuerpo, pero no sabe por qué", señala Pfeifer. "Creo que [Roboy] puede ser una plataforma de investigación muy interesante para el aprendizaje en sistemas con muchos grados de libertad".
Roboy está lejos de ser el primer robot impulsado por tendones. Un ejemplo anterior esKenshiro, un robot que la Universidad de Tokio dio a conocer el año pasado. Kenshiro es un poco más grande que Roboy, con 160 músculos tipo polea, así como huesos de aluminio, que le permiten doblarse y adoptar poses sencillas. El equipo responsable de Kenshiro colaboró aconsejando al equipo de Pfeifer.
Una empresa alemana llamada Bionic Robonics ofrece un sistema impulsado por tendones para uso industrial. El brazo robótico de esta empresa, BioRob, tiene una estructura mecánica flexible que le permite recoger cargas pesadas, a pesar de que su peso es mucho menor que el de un brazo de robótico convencional que la compañía también fabrica. El diseño ligero y flexible de BioRob también hace que sea más seguro de usar junto a trabajadores humanos. "El brazo responde muy bien a las órdenes, y permite hacer movimientos muy rápidos y precisos", asegura Oskar von Stryk, uno de los ingenieros del brazo robótico.
Uno de los obstáculos más grandes para los ingenieros de dispositivos impulsados por tendones es encontrar una forma de modelar efectivamente los complejos movimientos del cuerpo humano. Pero también es difícil asegurar que los robots puedan posicionarse a sí mismos con precisión, porque los tendones son propensos a aflojarse y estirarse. "La calibración de los tendones es un reto para la investigación en IA", explica Sisir Karumanchi, postdoctorado en el Grupo de Movilidad Robótica del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, en EE.UU.). Los ingenieros a menudo lo compensan con sensores adicionales.
El equipo de Pfeifer ya está trabajando en la próxima versión de Roboy, que será más grande y tendrá muchos más sensores de movimiento. A pesar de que el Roboy actual no puede caminar, el equipo espera lograr que camine haciendo que la mitad superior del cuerpo sea más ligero, así como mediante el uso diseños con más muelles. También planean hacer que el diseño de Roboy sea de código abierto, lo que permitiría a cualquier persona con una impresora 3D construir y jugar con su propia versión. MIT
Organovo Holdings, Inc., una empresa que diseña y crea tejido humano funcional ha anunciado en la Conferencia de Biología Experimental de este año, que ha desarrollado una técnica de impresión en 3D que es capaz de producir pequeñas muestras de tejido hepático humano. Ellos afirman que su nuevo proceso permite la impresión de tejido hepático en 500 micras de espesor, que asciende a 20 capas de células, que es capaz de producir colesterol y algunas de las enzimas producidas por el hígado natural. Las muestras de hígado producidas, dijo la compañía, puede ser utilizado por los investigadores que buscan probar la eficacia de nuevos fármacos destinados al tratamiento de enfermedades del hígado o para probar los efectos secundarios en el hígado de los medicamentos creados para otros fines.
Actualmente, las empresas que desarrollan medicamentos para tratar la enfermedad hepática deben confiar en las muestras de tejido en 2D, que la mayoría reconoce que no son óptimas. Por esa razón, muchos fármacos que pasan estas pruebas eventualmente fallan ensayos en pacientes vivos. Como resultado, las compañías farmacéuticas han estado ansiosas por encontrar un mejor reemplazo.
El proceso de creación de tejido humano es uno todavía muy bajo. Los investigadores utilizan diversos productos químicos para persuadir a las células tomadas de hígados reales y las células madre para crecer tejido que se parece a la cosa real. Por desgracia, hasta ahora, los tejidos que han sido resultado sólo capas individuales de células, que se aplanan cuando se coloca en una placa de Petri.
Y si bien este tipo de tejidos no generalmente producen algunas de las enzimas como hígados de reales, lo que permite a los investigadores ver el impacto que una droga ha, la mayoría no están cerca del nivel de un hígado-los bienes muestras también generalmente sólo viven durante un par de días. Por el contrario, las nuevas muestras impresas por Organovo, la empresa afirma, pueden vivir hasta cinco días o más.
Director de Tecnología de la empresa, Sharon Presnell explicó a los de la conferencia que el proceso de impresión 3D de Organovo implica imprimir dos tipos diferentes de células del hígado-hepatocitos y stellates-junto con el revestimiento de las células sanguíneas. El resultado es un tejido que la compañía afirma que se ve, se siente y en muchos aspectos, se comporta como tejido hepático humano real.
Dicen que puede producir P450 albúmina, colesterol y citocromo (enzimas que metabolizan los fármacos), y debido a que es mucho más adecuado para las pruebas de nuevos medicamentos. Añadió que el nuevo proceso de impresión 3D es un paso más hacia la creación de hígados humanos de tamaño completo para implantar en las personas para reemplazar a los que han fracasado, e incluso fue tan lejos como para predecir que esta tecnología va a suceder en su vida. Medical Press
BBC MUNDO Científicos británicos dicen que están un paso más cerca de ser capaces de reemplazar dientes perdidos con implantes creados a partir de células madre. Un equipo de investigadores del King's College de Londres hicieron crecer dientes tras tomar células de tejidos humanos de las encías y combinarlas con las células madre dentales de embriones de ratón. "Las células epiteliales derivadas de tejido humano adulto de encía son capaces de responder a las señales dentales de las células mesenquimales, de modo que permiten la formación de la corona y las raíces y generan diferentes tipos de células", explicó el director del estudio, Paul Sharpe. "Estas células epiteliales, fáciles de conseguir, son por tanto una fuente realista a ser considerada para la formación de dientes", agregó. Los investigadores dicen que este método podría eventualmente significar que las dentaduras sean reemplazadas por dientes sustitutos reales, pero podría tomar muchos años. La investigación salió publicado en la revista Journal of Dental Research.
De esto se trata el presente, de redescubrir en forma lo que nos pasa. No somos una caja fuerte sino una caja de cartón, su contenido es valido mientras sea duradero el envase.