(NCYT) Este estudio se ha centrado en determinar la magnitud de la reducción en las emisiones de carbono que se necesita lograr para mantener en el futuro el calentamiento global por debajo de un límite de no más de dos grados centígrados por encima del valor promedio de temperaturas que existía antes de la Revolución Industrial. La conveniencia de mantener el calentamiento global por debajo de ese límite está hoy aceptada por la práctica totalidad de la comunidad científica.
Los autores del nuevo estudio examinaron hasta qué extensión deben reducirse las emisiones, cuán abrupto debe ser el ritmo de reducción, y cuándo debemos empezar a tomar las medidas propuestas. A tal fin, estos especialistas usaron técnicas matemáticas de modelación para construir varios escenarios futuros posibles, basados en diferentes hipótesis sobre cómo podrían progresar las emisiones. Para lidiar con las incertidumbres, tuvieron en cuenta un amplio abanico de niveles de sensibilidad climática, o sea, de la cantidad de calentamiento que se puede esperar para un aumento dado en el dióxido de carbono atmosférico, valor estimado que es diferente para los distintos modelos del clima.
El equipo de Pierre Friedlingstein de la Universidad de Exeter en el Reino Unido, y Susan Solomon de la Universidad de Colorado en Estados Unidos, ha determinado cuán rápidamente deben descender las emisiones en las próximas décadas.
Para empezar, hay que reducir nuestras emisiones globales de carbono por lo menos en un tres por ciento anual durante los próximos veinte años.
El equipo de Pierre Friedlingstein de la Universidad de Exeter en el Reino Unido, y Susan Solomon de la Universidad de Colorado en Estados Unidos, ha determinado cuán rápidamente deben descender las emisiones en las próximas décadas.
Para empezar, hay que reducir nuestras emisiones globales de carbono por lo menos en un tres por ciento anual durante los próximos veinte años.
En el mejor de los casos, donde la sensibilidad climática resulta ser baja, es posible demorarse un poco en comenzar a aplicar medidas, y el ritmo de avance también puede ser más lento, aunque todavía resulta imprescindible reducir las emisiones futuras en por lo menos un 90 por ciento.
Los resultados muestran claramente que si la humanidad se demora entre diez y veinte años en comenzar a reducir la emisión de gases con efecto invernadero a la atmósfera, entonces nos veremos forzados a hacer reducciones más drásticas en el futuro para lograr que el calentamiento global no sobrepase ese tan temido umbral de los dos grados centígrados.
"Cuando analicé estos resultados, me sorprendí al ver que nos quedan tan pocas opciones disponibles", confiesa Friedlingstein. "Sabíamos que debemos combatir el calentamiento global, pero nuestra investigación acentúa la urgencia de la situación".
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