Existen creencias o ideas asociadas a la enfermedad que no son del todo verdaderas e incluso pueden ser erróneas. Conozca cuáles son
El Ministerio de Salud, a través de su Instituto Nacional del Cáncer, difundió una serie de creencias acerca de una enfermedad cuya sola mención produce un miedo tal, que paraliza.
Mito: El cáncer es sinónimo de muerte.
Verdad: Hoy en día muchos cánceres se pueden curar si son detectados a tiempo (en un estadio tumoral temprano) y muchos otros (como, por ejemplo, algunas leucemias) se pueden “cronificar”, es decir, el paciente puede convivir con la enfermedad, tratándola, sin que ésta lo lleve a la muerte.
Mito: Mi personalidad o alguna característica psicológica mía (soy iracunda/o, melancólica/o, tímida/o) provocó o ayudó a desencadenar el cáncer.
Verdad: No hay ninguna prueba científica que indique que un carácter específico pueda provocar algún tipo de cáncer. No se trata de una rabia reprimida, ni de la angustia generada por el dinero, ni los padecimientos amorosos, ni las contradicciones personales a las que a diario nos enfrentamos, ni los deseos insatisfechos. Nada de eso puede causar un cáncer.
Mito: El cáncer es hereditario, sólo se presenta en personas con familiares que tienen o tuvieron cáncer.
Verdad: El cáncer no siempre es hereditario. La mayoría de los casos de cáncer se dan en personas que no tienen antecedentes familiares. Sin embargo, algunos tipos de cáncer sí se desarrollan con más frecuencia en ciertas familias que en el resto de la población. Por ejemplo, los de piel, mama, ovario, próstata, colon se reiteran a veces en varios miembros de una familia.
Mito: Una vez que comience con el tratamiento (quimioterapia, radioterapia) la voy a pasar muy mal, tendré que dejar de trabajar y de hacer las actividades que habitualmente realizo (deportes, salidas con amigos, hobbies).
Verdad: El tratamiento contra el cáncer afecta a las personas de diferentes maneras. Cómo se sentirá una persona en particular depende de su estado de salud previo al tratamiento. La mayoría de los pacientes con cáncer siguen trabajando mientras reciben tratamiento. Sus actividades diarias dependen del tipo de cáncer que tienen, de la etapa que transitan y de la clase de tratamiento que reciben. Para poder encarar bien esta etapa es importante una buena comunicación con el oncólogo, ya que si bien las terapias son tóxicas para el cuerpo, casi todos sus efectos son previsibles y por lo tanto el paciente bien informado puede prepararse adecuadamente para que el tratamiento interrumpa lo menos posible su vida normal.
Mito: Cuanto más avanzado está el cáncer, más dolor genera.
Verdad: No todos los cánceres duelen. Pero para el cáncer doloroso existen numerosos recursos, entre ellos la morfina. Que el cáncer produzca dolor no implica que sea más mortífero.
Mito: Si hay metástasis, no hay posibilidad de cura.
Verdad: La metástasis (que implica la extensión del tumor a otra parte del cuerpo, más allá de su localización original) suele ser un signo de mal pronóstico; pero no supone que el cáncer sea incurable.
Mito: El cáncer de mama es hereditario. Por lo tanto una mujer sin antecedentes familiares no debe preocuparse demasiado en realizarse los exámenes rutinarios aconsejados (autoexamen de mama, ecografía mamaria, mamografía).
Verdad: Más del 75% de las mujeres con cáncer de mama no tienen ningún antecedente familiar de dicha enfermedad.
Mito: Las mujeres que tuvieron que realizarse una mastectomía no deben someterse inmediatamente a una reconstrucción mamaria para asegurarse que el cáncer no reaparezca.
Verdad: No existe ninguna razón para retrasar la reconstrucción mamaria. En la mayoría de las pacientes puede hacerse en forma inmediata Infobae
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