Reinhold Dauskardt, Geoffrey Gurtner, Michael Longaker y Victor Wong. (Foto: U. Stanford) |
Después de que se retiran las suturas, la piel circundante tira en direcciones diferentes de los bordes de la incisión quirúrgica, haciendo que el tejido cicatricial se haga más grueso y se propague. El novedoso vendaje podría describirse, esencialmente, como un dispositivo para eliminar la tirantez de la piel en tales circunstancias, lo que contribuye a reducir una cantidad considerable de tejido cicatricial.
El logro es el fruto de los esfuerzos del equipo de los doctores Michael Longaker y Geoffrey Gurtner, y de Reinhold Dauskardt, profesor de ciencia e ingeniería de los materiales, todos ellos de la Universidad de Stanford.
El tejido cicatricial, que es menos flexible que la piel normal, puede causar problemas funcionales, como por ejemplo limitar el movimiento. En una cicatriz, no crece pelo, y el tejido cicatricial no tiene glándulas sudoríparas. Además, por supuesto, las cicatrices no presentan el mismo aspecto que la piel normal: A menudo están por encima del nivel normal de la piel y tienen un tono rosáceo. Muchas personas las consideran feas. Sin embargo, son un efecto secundario inevitable de la cirugía.
Cada año, en los quirófanos del mundo se crean millones de incisiones quirúrgicas. Sólo en los Estados Unidos ascienden a más de 50 millones.
Entretanto, cientos de millones de personas ya tienen cicatrices que preferirían eliminar. Las técnicas actuales para eliminar cicatrices, incluyendo cirugía especial, las inyecciones de esteroides y la terapia con láser, suelen ser costosas, dolorosas o simplemente no muy eficaces. (Solo ciencia)
No hay comentarios:
Publicar un comentario