"Hay que desmitificar aquello de que si fumo uno o dos cigarrillos no pasa nada y hay que saber que la nicotina tiene un efecto vasoconstrictor y ocasiona placas en las arterias", aseguró Verónica Schoj, médica coordinadora de la Alianza Libre de Humo de Tabaco en Argentina (Aliar).
(U24) Un estudio, difundido por el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA) que recopila varias investigaciones epidemiológicas, alertó que "cualquier dosis de tabaco" es perjudicial para el corazón y añadió, que se estima que "la expectativa de vida de un fumador es de 10 a 20 años menos que la de un no fumador".
María Rostan, médica del Servicio de Epidemiología y Prevención Cardiovascular del ICBA, sostuvo que "una persona que no fuma no solamente tiene más expectativa de vida, sino también mejor calidad de vida", según publicó la agenciaTélam.
Rostan manifestó la importancia de que "la población fumadora pueda dejar el cigarrillo porque al año que se abandona el tabaco, la posibilidad de un ataque cardíaco se reduce a la mitad".
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El informe médico agregó que además de aumentar en un 40% el riesgo de infarto de miocardio, el fumar de uno a cuatro cigarrillos diarios también es un factor de riesgo importante de accidente cerobravascular y cuadros de hipertensión graves.
Verónica Schoj, médica coordinadora de la Alianza Libre de Humo de Tabaco en Argentina (Aliar), indicó que "a diferencia de lo que ocurre con el alcohol, en el que una copa por día puede ser beneficioso para la salud cardiovascular, cualquier dosis de tabaco por mínima que sea, afecta al sistema cardíaco".
Schoj opinó que "hay que desmitificar aquello de que si fumo uno o dos cigarrillos no pasa nada y hay que saber que la nicotina tiene un efecto vasoconstrictor y ocasiona placas en las arterias".
La especialista reiteró que "el cigarrillo mata 40 mil argentinos por año" y destacó la importancia de la ley nacional antitabáquica "porque no sólo el fumar mata, sino que el exponerse al humo de tabaco ajeno causa enfermedades cardíacas y respiratorias".
"Lógicamente el fumador tiene más posibilidad de sufrir cáncer de pulmón, infartos, Epoc y obstrucciones arteriales, pero al estar expuesto al humo de tabaco se respiran 70 sustancias cancerígenas que comprometen al organismo".
La exposición pasiva al humo de tabaco aumenta alrededor de un 30% el riesgo de deceso por cardiopatía de origen isquémico, puede causar muerte súbita en los bebés y compromete los bronquios.
Los beneficios de dejar de fumar comienzan a sentirse a los 20 minutos de tomar la decisión cuando la presión arterial regresa a su nivel normal, lo mismo que la frecuencia cardiaca y la temperatura de los pies y manos.
Los datos del ICBA indicaron que a las ocho horas sin tabaco, la respiración es más profunda y hay más y mejor oxigenación y en un día, se disminuye significativamente el riesgo de muerte súbita.
En tanto, a los dos días sin fumar se normalizan los sentidos del gusto y del olfato, a los tres la función respiratoria y al mes aumenta la capacidad física, incrementándose la resistencia a cualquier actividad.
A los seis meses sin cigarrillo se reducen los catarros, los resfríos, las bronquitis y las molestias de garganta, al año baja a la mitad la posibilidad de tener un ataque al corazón y a los cinco años, es menor el riesgo de trombosis o embolias cerebrales.
También, a los cinco años de dejar de fumar se reduce a la mitad el riesgo de infarto y a los 10 años baja el 50% el riesgo de morir de cáncer de pulmón en relación al de un no fumador.
En tanto que a los 15 años sin fumar el riesgo de padecer infarto se iguala al de las personas que nunca fumaron.
María Rostan, médica del Servicio de Epidemiología y Prevención Cardiovascular del ICBA, sostuvo que "una persona que no fuma no solamente tiene más expectativa de vida, sino también mejor calidad de vida", según publicó la agenciaTélam.
Rostan manifestó la importancia de que "la población fumadora pueda dejar el cigarrillo porque al año que se abandona el tabaco, la posibilidad de un ataque cardíaco se reduce a la mitad".
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El informe médico agregó que además de aumentar en un 40% el riesgo de infarto de miocardio, el fumar de uno a cuatro cigarrillos diarios también es un factor de riesgo importante de accidente cerobravascular y cuadros de hipertensión graves.
Verónica Schoj, médica coordinadora de la Alianza Libre de Humo de Tabaco en Argentina (Aliar), indicó que "a diferencia de lo que ocurre con el alcohol, en el que una copa por día puede ser beneficioso para la salud cardiovascular, cualquier dosis de tabaco por mínima que sea, afecta al sistema cardíaco".
Schoj opinó que "hay que desmitificar aquello de que si fumo uno o dos cigarrillos no pasa nada y hay que saber que la nicotina tiene un efecto vasoconstrictor y ocasiona placas en las arterias".
La especialista reiteró que "el cigarrillo mata 40 mil argentinos por año" y destacó la importancia de la ley nacional antitabáquica "porque no sólo el fumar mata, sino que el exponerse al humo de tabaco ajeno causa enfermedades cardíacas y respiratorias".
"Lógicamente el fumador tiene más posibilidad de sufrir cáncer de pulmón, infartos, Epoc y obstrucciones arteriales, pero al estar expuesto al humo de tabaco se respiran 70 sustancias cancerígenas que comprometen al organismo".
La exposición pasiva al humo de tabaco aumenta alrededor de un 30% el riesgo de deceso por cardiopatía de origen isquémico, puede causar muerte súbita en los bebés y compromete los bronquios.
Los beneficios de dejar de fumar comienzan a sentirse a los 20 minutos de tomar la decisión cuando la presión arterial regresa a su nivel normal, lo mismo que la frecuencia cardiaca y la temperatura de los pies y manos.
Los datos del ICBA indicaron que a las ocho horas sin tabaco, la respiración es más profunda y hay más y mejor oxigenación y en un día, se disminuye significativamente el riesgo de muerte súbita.
En tanto, a los dos días sin fumar se normalizan los sentidos del gusto y del olfato, a los tres la función respiratoria y al mes aumenta la capacidad física, incrementándose la resistencia a cualquier actividad.
A los seis meses sin cigarrillo se reducen los catarros, los resfríos, las bronquitis y las molestias de garganta, al año baja a la mitad la posibilidad de tener un ataque al corazón y a los cinco años, es menor el riesgo de trombosis o embolias cerebrales.
También, a los cinco años de dejar de fumar se reduce a la mitad el riesgo de infarto y a los 10 años baja el 50% el riesgo de morir de cáncer de pulmón en relación al de un no fumador.
En tanto que a los 15 años sin fumar el riesgo de padecer infarto se iguala al de las personas que nunca fumaron.
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