Uno de cada cuatro bonaerenses consume fármacos sin la recomendación de un profesional médico, advirtió la vicepresidenta del Colegio de Farmacéuticos de la provincia de Buenos Aires, Isabel Reinos “Lo que más consume la gente sin receta son antibióticos, seguido por antiinflamatorios, analgésicos y antiácidos”, dijo a Télam la profesional.
“Lo que más consume la gente sin receta son antibióticos, seguido por antiinflamatorios, analgésicos y antiácidos”, dijo a Télam la profesional.
Planteó que “familiares, compañeros de trabajo, vecinos y amigos parecen tener más autoridad que un médico a la hora de aconsejar cualquier remedio” y afirmó que los profesionales de la salud “son los únicos que pueden prescribir medicamentos, que deben ser adquiridos en la farmacia”.
Precisó que “hay que hacer una campaña de concientización a la población porque mucha gente cree que tomar un medicamento es como comer un caramelo” y pidió que “se trabaje sobre ese eje para que se le tome respeto al medicamento”.
“Esta idea viene de los años ‘90, donde se desregularon todas las actividades y se consideró que el medicamento era un bien de consumo, cuando las leyes establecen que es un bien social y que no hay medicamento inocuo”, agregó.
Reinoso dijo que “un medicamento en dosis adecuadas está destinado a la cura de la enfermedad, pero también puede ser altamente tóxico. Una aspirina en un paciente anticoagulado puede ser fatal y un analgésico puede terminar en gastritis o ulceras si se toma en forma indiscriminada”, advirtió.
También consideró que “al fomentarse el uso irracional del medicamento, cuando un paciente necesita antibióticos el cuerpo genera resistencia y deja de ser efectivo”.
La vicepresidenta del Colegio de Farmacéuticos además alertó a la población que evite comprar anabólicos en los gimnasios y pastillas para la disfunción eréctil por Internet, ya que pueden ser falsificados. |
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