Países flotantes(Por Beatriz Chisleanschi (**), ANC-UTPBA).- Casi como si se tratara de “Waterworld”, el malogrado film que protagonizara Kevin Costner a mediados de los noventa, construir un país acuático parece convertirse en realidad. En el film, la vida en el agua era una consecuencia del efecto invernadero. En la vida real, es consecuencia de un claro fracaso del sistema globalizado.
”Hoy el progreso de la humanidad está limitado por la falta de masa de tierra disponible para una pacífica experimentación política. El Instituto Seasteading busca superar este obstáculo favoreciendo la creación de nuevos espacios para nuevas civilizaciones. En los amplios y ondulantes océanos, vamos a vivir, a trabajar, a jugar y a analizar nuevas y diversas formas de organización social (www.seasteading.org)”. Así se presenta el Instituto Seasteading (contracción de sea, mar, y homesteading, colonización), cuya sede se encuentra en Sunnyvale, California, creado por Patrie Friedman, nieto del ideólogo del neoliberalismo, el matemático Milton Friedman.
Si para el abuelo Friedman, desregulación, privatización y recortes formaron la base de su fórmula para terminar con el New Deal, la política intervensionista que Franklin D. Roosevelt diseñó para poner fin al período de la Gran Depresión en Estados Unidos, para Friedman nieto, urge la necesidad de crear nuevas fronteras de modo de desarrollar una próxima generación de gestión que supere las dificultades que el siglo XXI ya ha instalado. Para lograr este objetivo nada mejor que la instalación de ciudades flotantes, que se autogobiernen pero que cuenten con la aprobación de la ONU. Globalización para el más viejo, pequeños y aislados mundos para el más joven.
Para Patri Freidman, nada queda para experimentar en la tierra, los países son muy vastos y la innovación es casi nula, por eso el objetivo del pichón de Friedman consiste en la creación de naciones soberanas construidas en plataformas sobre aguas internacionales, alejadas de las leyes y la ética de cualquier país de este mundo.
La plataforma que estaría interconectada con otras de modo de conformar un verdadero país acuático, constaría de una estructura móvil de 12.000 toneladas alimentada a diesel que albergaría a 270 residentes.
Pero Patri no está solo en esta idea, los capitales de riesgo de Silicon Valley ya realizaron su aporte a través del multimillonario Peter Thiel . Este neocon y filósofo futurista desembolsó la friolera de 1 millón de dólares con destino directo al Instituto Seasteading para colaborar en la concreción de tan ambicioso proyecto.
Peter Thiel, el trashumante que declaró alguna vez que había que destruir el mundo real para reemplazarlo por el virtual, es el cofundador y CEO del sistema bancario virtual PayPal, socio de Facebook y de Palantir Technologies, empresa de software dedicada al análisis de datos con vinculación con el FBI y con In-Q-Tel, el fondo de riesgo de la CIA.
Pero no es este neocon el único, otras consultoras internacionales o empresas llamadas “startup” (puesta en marcha) realizaron sus aportes para crear estos países startup, donde los gobiernos estén a cargo de “empresarios, ingenieros y exploradores que innoven en la industria de la gobernabilidad”, según señala Patri Friedman y su Instituto colonizador.
Las clases acomodadas buscan cada vez más zonas alejadas de la urbe para vivir en barrios cerrados o custodiados, convencidos que así pondrán a resguardo la pequeña fortuna amasada.
Los grandes financistas del mundo, después de haberlo destrozado todo ya no encuentran lugar en la tierra. Los mares parecen ser su última garantía de supervivencia.
¿Habrán Patrie y Peter pensado en Marte para continuar con sus aventuras después que los mares también estallen en mil pedazos?
No se pierda el próximo capítulo...continuará (ANC-UTPBA).
(*) Fuente: www.nos-comunicamos.com.ar.
(**) Periodista. Secretaria de Asuntos Profesionales (UTPBA)
viernes, 30 de septiembre de 2011
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