va norma, hay espacios cerrados que siguen haciendo caso omiso de la medida. Boliches, facultades y bingos, los que más se resisten
Ya transcurrieron tres meses desde que se implementó la nueva Ley Antitabaco, promulgada el pasado junio. Sin embargo, aunque la gran mayoría de los espacios cerrados acataron la medida, hay espacios en donde todavía no se cumple.
Según informa el diario Clarín luego de un recorrido por la Ciudad de Buenos Aires, boliches, facultades y bingos son los espacios cerrados que más se resisten a desterrar el cigarrillo.
En algunos bingos y restaurantes, todavía persiste la sección fumadores que, tras la promulgación de la Ley Nacional, deben ser retirados antes de fin de año.
En el Bingo de Caballito, hay un piso entero dedicado a los fumadores. En tanto, el de Flores tiene una pared de vidrio para aislar el humo.
Por su parte, en los establecimientos universitarios ya no se fuma dentro del aula, pero sí en los pasillos.
Según argumentan los estudiantes, lo hacen porque "nadie les dice nada". En tanto, las autoridades alegan que es "difícil de controlar".
La Coordinadora del Programa Libre de Humo de Tabaco en la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, Irma Gerch, manifestó a ese matutino que la educación y distribución de información será más exitosa que el mero control del consumo de tabaco.
Mario Virgolini, coordinador del Programa de Control del Tabaco del Ministerio de Salud, reveló a Clarín que en ciudades donde la ley tiene un alto grado de aceptación, los problemas cardiovasculares en la población bajaron un 20%.
La multa por no cumplir con la ley equivale al costo de entre 250 y 1.000 paquetes de 20 cigarrillos de los más caros, y corre por cuenta del dueño del local donde se fuma.
Infobae - 14/09/11
Ya transcurrieron tres meses desde que se implementó la nueva Ley Antitabaco, promulgada el pasado junio. Sin embargo, aunque la gran mayoría de los espacios cerrados acataron la medida, hay espacios en donde todavía no se cumple.
Según informa el diario Clarín luego de un recorrido por la Ciudad de Buenos Aires, boliches, facultades y bingos son los espacios cerrados que más se resisten a desterrar el cigarrillo.
En algunos bingos y restaurantes, todavía persiste la sección fumadores que, tras la promulgación de la Ley Nacional, deben ser retirados antes de fin de año.
En el Bingo de Caballito, hay un piso entero dedicado a los fumadores. En tanto, el de Flores tiene una pared de vidrio para aislar el humo.
Por su parte, en los establecimientos universitarios ya no se fuma dentro del aula, pero sí en los pasillos.
Según argumentan los estudiantes, lo hacen porque "nadie les dice nada". En tanto, las autoridades alegan que es "difícil de controlar".
La Coordinadora del Programa Libre de Humo de Tabaco en la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, Irma Gerch, manifestó a ese matutino que la educación y distribución de información será más exitosa que el mero control del consumo de tabaco.
Mario Virgolini, coordinador del Programa de Control del Tabaco del Ministerio de Salud, reveló a Clarín que en ciudades donde la ley tiene un alto grado de aceptación, los problemas cardiovasculares en la población bajaron un 20%.
La multa por no cumplir con la ley equivale al costo de entre 250 y 1.000 paquetes de 20 cigarrillos de los más caros, y corre por cuenta del dueño del local donde se fuma.
Infobae - 14/09/11
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