Hemos construido entre todos una cultura con eje en la imagen y la eterna juventud. El resultado, la búsqueda de lo inalcanzable para muchos: un cuerpo delgado y perfecto. Pero lo más interesante y no por ello menos paradójico es que tras más de un siglo de dietas, presenciamos una epidemia global de obesidad. Frente a ello, la ciencia ha respondido con tres tipos de estrategias: guías alimentarias, etiquetas con información nutricional y dietas. Las dos primeras solo han generado exceso de información y por ende mayor confusión entre los consumidores. Las últimas, de tanta restricción y prohibición, dispararon un fenómeno preocupante: la demonización alimentaria. El acto de comer ya es un ilícito.
Es impactante ser involuntaria espectadora de lo que la gente es capaz de padecer para alcanzar un modelo corporal idealizado. Los dietantes son seres sufrientes, pero silenciados. ¿Cómo se genera el silencio? No adhiero a teorías conspirativas. “Pagan para que nadie hable”, “Hay intereses detrás”.No señores! Somos todos nosotros, pacientes, profesionales de la salud, sociedades científicas, universidades, medios de comunicación y entidades regula torias quienes calla mos frente a prácticas no éticas. Existen consensos, pero no se utilizan para validar la s prácticas.
Lo que me preocupa esla proliferación de propuestas terapéuticas cada vez más riesgosas y carentes de evidencia científica que llegaron para instala rse como el paradigma terapéutico. Validadas por famosos, por gurúes o por los medios que la s difunden; dietas extremas en calorías; dietas de hambre. Dietas extremas en nutrientes; dietas prehistóricas hipertróficas en proteínas o minimalistas en hidratos; Dietas como metarreligiones. Pero lo peor es que este dietismo pandémico no muestra funcionar para la mayoría y sin embargo reina un profundo silencio ¿cómplice? ¿Pecamos de indiferencia?
No todos defendemos esas prácticas. Cuando uno escucha a los jóvenes, cuando observa su entusiasmo por cambiar el mundo en el que viven, no puede bajar los brazos. Sabiamente Bernardo Houssay sostenía “Tengamos ideales elevados y pensemos en alcanzar grandes cosas, porque comola vida rebaja siempre y no se logra sino una parte de lo que se ansía, soñando muy alto alcanzaremos mucho más”.
Así surgela idea del 1° Encuentro No Dieta. El propósito es salir del silencio, es juntar nuestras voces de protesta a un modelo de hambre como paradigma terapéutico del sobrepeso. Convocamos a los que creen que es posible perder peso sin renunciar al pla cer primario del alimento y del pla cer. Será posible sostener nuevas ideas frente a los viejos errores? Los necesitamos para cambiar.
Lo que me preocupa es
No todos defendemos esas prácticas. Cuando uno escucha a los jóvenes, cuando observa su entusiasmo por cambiar el mundo en el que viven, no puede bajar los brazos. Sabiamente Bernardo Houssay sostenía “Tengamos ideales elevados y pensemos en alcanzar grandes cosas, porque como
Así surge
Mónica Katz
Médica especialista en nutrición, Directora dela Carrera de Especialista en Nutrición con Orientación en Obesidad y del Posgrado en Nutrición de la Universidad Favaloro , fundadora del Equipo de Trastornos Alimentarios del Hospital Durand. Además, dirige Núcleo Terapéutico Nutricional (NTN) y Fat-Fit (www.fat-fit.com.ar). Es autora de los libros No dieta y Comer
Médica especialista en nutrición, Directora de
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