La eficacia de vacunas contra el cáncer podría mejorar de forma espec- tacular si se cargan los antígenos del cáncer en micropartículas de silicio.
El estudio que se publica en "Cell Reports" demuestra que las micropartículas cargadas con un antígeno, HER2, no sólo protegen el antígeno de la destrucción prematura, sino que también estimulan el sistema inmune para reconocer y atacar las células cancerosas que sobreexpresan el antígeno HER2.
Las vacunas contra el cáncer, o inmunoterapia, están diseñadas para activar el sistema inmunológico de un paciente para que ataque más fuerza contra las células cancerosas y son una de las áreas más prometedoras para el tratamiento de tumores. Actualmente ya hay algunas aprobadas para el melanoma, el cáncer de próstata y cáncer de pulmón y hay decenas de ensayos clínicos activos que las están evaluando.
Hemos visto que podíamos «inhibir completamente el crecimiento del tumor después de una sola dosis de la vacuna contra el cáncer en el modelo animal», destaca el investigador principal Haifa Shen, del Hospital Houston Methodist (EE.UU.). En su opinión, «este es el resultado más impresionante que hemos visto en un estudio de tratamiento de tumores».
Vehículo
Y el éxito del tratamiento parece residir en las micropartículas de silicio poroso. Estudios ‘in vivo’ e ‘in vitro’ confirmaron que las micropartículas lograban una respuesta inmune innata fuerte y sostenida en las zonas de mayor actividad y crecimiento tumoral. « Hemos demostrado por primera vez que una micropartícula puede servir como un vehículo para la liberación sostenida y el procesamiento de antígenos tumorales», explica Shen. Pero igual de importante es que hemos aprendido que las micropartículas parecen ser suficientes para estimular una respuesta de tipo interferón de tipo I.
Esta nueva terapia podría ser un paso importante en el tratamiento del cáncer de mama, para el que no hay actualmente ninguna vacuna aprobada. Según los autores de este trabajo, la vacuna podría apuntar a HER2, un receptor de hormonas de la superficie celular que se sobreexpresa en las células tumorales en el 15 a 30% de los pacientes de cáncer de mama. En este caso, HER2 es tanto un receptor de la hormona de origen natural como un antígeno diana para la terapia.
Sin embargo, las vacunas contra HER2 no han tenido el éxito deseado. Y Shen cree que es posible que la causa de este fracaso sea que las vacunas no han podido entregar de forma eficiente la vacuna o que se ha generado una respuesta inmune pobre en el tumor, además de otros factores. Ahora, señala, «hemos demostrado que la vacuna con micropartículas de silicio poroso no sólo es lo suficientemente potente como para desencadenar la muerte celular del tumor, sino que también modifica el microambiente tumoral de una manera que favorece el tratamiento de tumores».
Otros tumores
Según Shen, el uso de micropartículas de silicio poroso podría funcionar para cualquier variedad de antígenos y cánceres. «Además de desarrollar una vacuna contra el cáncer de mama muy potente, también hemos demostrado que las micropartículas de silicio poroso son versátiles». Se trata, añade, de una plataforma tecnológica que puede ser aplicada para desarrollar vacunas para otros tipos de cáncer. Sin embargo, antes de iniciar ensayos clínicos en humanos, los investigadores deben evaluar la toxicidad de los antígenos cargados con micropartículas de silicio poroso.
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