Una enfermedad que ha estado matando a niños durante generaciones podría por fin tener tratamiento. La solución estaría en el uso de impresora 3D que ha permitido fabricar unos innovadores dispositivos en 3D biorearsorbibles que ayudan a mantener las vías aéreas abiertas y evitan que los niños se asfixien y mueran.
Lo explican en «Science Translational Medicine» un equipo de la Universidad del Hospital Infantil CS Mott (EE.UU.). Tres niños han sido los primeros afortunados en beneficiarse de la impresora 3D.
La traqueobroncomalacia es una enfermedad incurable que hace que la tráquea se colapse periódicamente e impide la respiración normal. Esta rara enfermedad afecta a aproximadamente a 1 de cada 2.000 niños de todo el mundo.
En los casos más graves, la esperanza de vida es bastante sombría, afirma Glenn Green. Pero el escenario puede cambiar totalmente con el uso de las impresoras 3D para fabricar estos implantes llamados férula de las vías respiratorias. «Esta férula es uno de las primeros implantes médicos impresos en 3D –subraya Green-. De hecho, es el primer implante impreso en 3D específicamente diseñado para cambiar de forma con el tiempo con el fin de permitir el crecimiento de un niño antes de que finalmente se reabsorba y se cure la enfermedad».
Kaiba, Ian y Garret han sido los primeros, pero los investigadores creen que podría beneficiarse muchos más. Kaiba se hizo ‘famoso’ al ser el primer bebé, con apenas 20 meses, al que se implantó el dispositivo. Del éxito de esta intervención, publicada en «NEJM» se beneficiaron Garrett e Ian. Y durante tres años los investigadores han seguido de cerca sus vidas para ver cómo han funcionado las férulas bioreabsorbibles implantadas. Y los resultados han sido muy positivos.
Diseño personalizado
La férula traqueal está fabricada de un biopolímero llamado policaprolactona que se cose alrededor de las vías respiratorias para ampliar los bronquios y darle un esqueleto para ayudar en el crecimiento adecuado. El dispositivo, explica Robert Morrison, es un diseño personalizado y se ha fabricado utilizando imágenes de alta resolución y diseño asistido por ordenador. El dispositivo ha sido creado directamente a partir de una tomografía computarizada de la tráquea y los bronquios de cada uno de los niños; a continuación, y a través de un modelo informático basado en imágenes, se utilizó una impresora en 3D para producir la férula.
Explica otro de los investigadores, Scott Hollister, que gracias a un programa informático personalizado se toman las medidas del paciente y se genera automáticamente el diseño de la férula. Además, añade se ha tenido en cuenta el crecimiento de las vías respiratorias, para lo cual la férula debía poder ‘crecer’ también.
«Estos tres casos han abierto un nuevo camino para tratar a estos pacientes», señala Green. Antes de este procedimiento, los bebés con traqueobroncomalacia severa tenían pocas posibilidades de sobrevivir. «Nuestro primer paciente, Kaiba, es un niño de 3 años saludable. El dispositivo funcionó mejor de lo que podíamos haber imaginado».
Los resultados sugieren que el tratamiento precoz de la traqueobroncomalacia puede prevenir las complicaciones del tratamiento convencional, como una traqueotomía, la hospitalización prolongada, la ventilación mecánica, el riesgo de paro cardíaco y respiratorio, la mala absorción de alimentos y el malestar general. Ninguno de los dispositivos, implantados ha causado ningún tipo de complicaciones, apunta Green.
Kaiba es ahora un niño con una risa contagiosa, Garrett es capaz de respirar por sí mismo y pasar sus días sin la necesidad de la ventilación mecánica, mientras que Ian, con tan solo 17 meses de edad, es conocido por su enorme sonrisa y por las ganas por jugar con su hermano mayor.
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