Conclusiones de un estudio internacional
Comer fruta fresca como arándanos, uvas y manzanas ayuda a reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 (la más común), mientras que beber jugos de fruta industriales puede aumentarlo, según un estudio publicado este viernes.
El consumo de fruta es por lo general recomendado para prevenir diversas enfermedades crónicas, incluida la diabetes tipo 2, aunque resultados de estudios epidemiológicos sobre esta enfermedad habían sido hasta ahora contradictorios.
La diabetes es una enfermedad que se caracteriza por niveles elevados de azúcar en la sangre. Hay dos clases: la diabetes tipo 1, que afecta con frecuencia a jóvenes (alrededor del 10% de los casos), y la 2, que en general aparece tarde en la vida del paciente.
Investigadores de Estados Unidos, Gran Bretaña y Singapur compilaron los datos de tres estudios estadounidenses realizados con un total de 187.383 personas (151.209 mujeres y 16.173 hombres).
Estos expertos estudiaron el consumo de frutas y de jugo con la ayuda de cuestionarios que los participantes rellenaron cada cuatro años durante un largo periodo, de 19 a 24 años.
Más de 12.000 personas (6,5% de todos los participantes) desarrollaron una diabetes tipo 2 durante el estudio.
Tras considerar muchos otros criterios (edad, actividad física, ingesta total de energía, etc.) los investigadores encontraron una relación entre el consumo de ciertas frutas y un menor riesgo de desarrollar diabetes.
Los arándanos están en el primer nivel, seguido por las uvas, manzanas, peras, plátanos y el pomelo, en este orden.
Las personas que consumen estas frutas, al menos dos veces por semana, reducen el riesgo de diabetes en un 23% en comparación con las que las consumen menos de una vez al mes, según el estudio publicado en la revista British Medical Journal.
La ingesta de melón y frutillas, sin embargo, puede aumentar ligeramente el riesgo de desarrollar esta enfermedad.
Este riesgo se incrementa en un 21% en los grandes bebedores de jugos de fruta industriales (más de un vaso al día ) en comparación con aquellos que los beben menos de una vez por semana. Estas bebidas, según los investigadores, tienen en general un alto índice glucémico (un índice de clasificación de alimentos en función de su efecto sobre los niveles de glucosa en la sangre) y menos nutrientes benéficos que las frutas frescas.
A diferencia de otros estudios realizados en el pasado, los investigadores de este trabajo no encontraron ninguna relación entre la ingesta de fruta fresca con un alto índice glucémico (como en el caso de las uvas y las bananas) y un mayor riesgo de desarrollar diabetes.
Sin dejar de reconocer algunos límites en la realización de su estudio (dificultad para aislar el consumo de ciertas frutas, muestra del estudio compuesta principalmente por profesionales de salud de origen europeo), los investigadores creen que éste refuerza las actuales recomendaciones sobre el consumo de fruta fresca para prevenir la diabetes.
domingo, 1 de septiembre de 2013
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