
Hasta ahora, la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC, por su sigla en inglés), un brazo de la Organización Mundial de la Salud, describía a las camas solares como "probablemente cancerígenos para los humanos".
Pero ahora, según anuncia la revista especializada británica The Lancet Oncology en su edición de agosto, la agencia afirma que los rayos ultravioletas que emiten estas máquinas son "definitivamente cancerígenos".
En la misma categoría se encuentra el cigarrillo, el gas mostaza y el arsénico.
Según la revisión realizada por 20 científicos independientes de nueve países diferentes, las cabinas de rayos UVA incrementan hasta un 75% las probabilidades de desarrollar un melanoma cutáneo cuando empiezan a utilizarse antes de los 30 años.
Además de este agresivo tumor de piel, los especialistas citan varias evidencias concluyentes sobre la capacidad de estos dispositivos para causar melanoma ocular (el tipo de cáncer en el ojo más habitual en los adultos).
Teniendo en cuenta "que el uso de las cabinas de bronceado está ampliamente extendido en muchos países occidentales, sobre todo entre las mujeres jóvenes", el mensaje de advertencia de la IARC es claro, aunque sus palabras carecen de cualquier poder de decisión vinculante.
Este panel de expertos se ratifica además respecto a las radiaciones solares, que siguen formando parte de la lista de elementos causantes de cáncer para el ser humano.
La decisión de englobar en una misma categoría todos los tipos de rayos ultravioletas (A, B y C), que hasta ahora permanecían separados, se debe al hecho de que todos ellos son elementos carcinogénicos. Aunque hasta ahora la principal causa de cáncer por la exposición a los rayos solares eran los rayos UVB (causantes de importantes daños en el ADN), nuevas investigaciones han demostrado que los UVA solares también tienen la capacidad de generar tumores cutáneos en experimentos con ratones.
En su documento, la IARC también añade una advertencia sobre la relación de las máquinas de soldar con el melanoma de ojo, aunque reconoce que puesto que estos trabajadores están expuestos además a otros elementos de riesgo, es difícil atribuir el riesgo de cáncer únicamente a las radiaciones UV.
En el grupo 1 de elementos carcinogénicos se incluyen, además, todo tipo de radiaciones ionizantes (propias de la energía nuclear o los rayos X, entre otros dispositivos), entre las que los especialistas citan el gas radón (un producto de la desintegración del radio que puede emanar del suelo), el plutonio o los radioiones que pueden afectar al tiroides de niños y adultos.
La Sunbed Association ya prohíbe el uso de camas a menores de 16 años, pero asegura que no hay pruebas científicas que justifiquen subir la prohibición a menores de 18. Según la asociación, las camas no son dañinas siempre y cuando se utilicen de manera moderada. (U24)
No hay comentarios:
Publicar un comentario