siempre resulta poco lo que puede decirse de un grande, todo nos resulta fútil, banal, cuasi inconsistente, en la descripción cabal de su valía.
Iluminó el camino con la incandescente brillantez de palabras que nos unían a la vida.
El sentimiento profundo y doloroso de lo existencial.
El combate constante, por la esperanza y el testimonio, en la realidad concreta que muchas veces nos asola impiadosamente.
Iluminó el camino con la incandescente brillantez de palabras que nos unían a la vida.
El sentimiento profundo y doloroso de lo existencial.
El combate constante, por la esperanza y el testimonio, en la realidad concreta que muchas veces nos asola impiadosamente.
La alegría de vivir.
La convicción como destino de comunicar armoniosamente, como muy pocos logran.
me consta y sé
nunca lo olvido
que mi destino fértil voluntario
es convertirme en ojos boca manos
para otras manos bocas y miradas
Ternura, belleza, mágico encadenamiento del lenguaje.
Mario, te agradezco el legado, los tiempos de emoción, los sentimientos.
Chau maestro, y donde estés recuerda, ahora y para siempre, en la calle codo a codo, somos mucho más que dos.
Defensa de la alegría
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos
defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias
defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres
defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa
defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
y también de la alegría.
MB
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