Algodón autodesinfectante. (Foto: Andy Fell/UC Davis) |
El equipo de Ning Liu y Gang Sun, de la Universidad de California en Davis, desarrolló un método para incorporar un compuesto, conocido como 2-AQC, en los tejidos de algodón.
A diferencia de los agentes autodesinfectantes convencionales, esta sustancia química se une fuertemente a la celulosa del algodón, lo que impide o al menos dificulta mucho que se desprenda.
Y, a diferencia de otros agentes experimentales que en ensayos previos se han aplicado al algodón, no afecta a las propiedades del tejido.
Y, a diferencia de otros agentes experimentales que en ensayos previos se han aplicado al algodón, no afecta a las propiedades del tejido.
Cuando se expone a la luz, el 2-AQC produce radicales libres, también conocidos como especies reactivas del oxígeno, o ROS por sus siglas en inglés, y que incluyen al peróxido de hidrógeno y a radicales hidroxilo, sustancias que matan bacterias, y que descomponen compuestos orgánicos, tales como pesticidas y otras toxinas.
Aunque el 2-AQC es más caro que otros compuestos, los investigadores afirman que hay equivalentes más baratos disponibles.
Este último punto es importante, ya que si el costo de los tejidos tratados es demasiado alto, el abanico de aplicaciones prácticas se reduce de manera considerable. Ya ha habido con anterioridad desarrollos importantes, como por ejemplo una gama de recubrimientos para telas, hechos de nanopartículas de plata, creados en la Universidad de Clemson, pero si los materiales activos empleados son baratos, el ámbito de comercialización de los productos es mucho mayor.
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