El uso de dispositivos implantados capaces de enviar impulsos eléctricos a través del sistema nervioso está ayudando a los médicos a saber cómo influir sobre el mismo, y poder así tratar a pacientes con una amplia gama de trastornos como la epilepsia, el Parkinson o la depresión.
Hasta ahora, estos estimuladores era unidireccionales: emitían impulsos hacia el sistema nervioso, pero eran incapaces de reaccionar en los cambios en el organismo del paciente. Pero eso está cambiando ya, y las epresas de dispositivos médicos empiezan a desarrollar estimuladores neurales dinámicos capaces de reaccionar en tiempo real a señales fisiológicas.
Hace unas semanas, Spectrum IEEE publicó un artículo escrito por tres especialistas de diferentes empresas de este campo de la tecnología (Medtronic, NeuroPace y Cyberonics) en el que repasaban varios dispositivos de este tipo. “Debido a que estos positivos se basan en datos relacionados con aquellos procesos en los que influyen, los llamamos ‘sistemas de circuito cerrado’, pero también se les podría llamar ‘el siguiente paso hacia un modelo biónico de la medicina‘, un nuevo paradigma en el que sistemas compuestos de chips, cables y baterías puedan reemplazar o complementar sistemas biológicos en caso de mal funcionamiento”.
Tomemos el ejemplo de las crisis epilépticas dan comienzo a causa de una pequeña ‘tormenta’ en la actividad eléctrica del cerebro. La mayoría de los pacientes pueden controlar esta dolencia gracias a medicamentos… pero éstos no funcionan en el 30-40% de los pacientes. Para ellos, existe la opción de implantar neuroestimuladores que emitan impulsos eléctricos a través del sistema nervioso capaces de abortar el surgimiento de las crisis epilépticas. La ventaja que introducen en este caso los dispositivos de circuito cerrado (como el que lanzó recientemente al mercado NeuroPace) es que son capaces de monitorizar la actividad eléctrica del cerebro para detectar patrones concretos definidos por los médicos en base a algoritmos simples, reaccionando automáticamente a los mismos y disparando un pulso estimulante (con una duración aproximada de una décima de segundo).
“A nuestro juicio”, concluyen los autores del artículo de Spectrum, “el objetivo de todos estos sistemas de circuito cerrado es permitir que los médicos inserten en un dispositivo implantado su capacidad para evaluar la condición del paciente y para ajustar el tratamiento en consecuencia. Dichos dispositivos cuentan con una serie de beneficios potenciales: reaccionar más rápido que los actuales, proporcionar una terapia más personalizada a los pacientes y ahorrarle tiempo a los especialistas“.
TICBEAT
No hay comentarios:
Publicar un comentario