Tapa del Nº 203 de nuestro periódico "desde el Conurbano"
Repudiamos la xenofobia que según Wikipedia es: “Toda distinción, exclusión, restricción o preferencia basada en motivos de raza, color, linaje u origen nacional o étnico que tenga por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural o en cualquier otra esfera de la vida pública”.
Es triste, doloroso, repugnante, solo por citar algunos calificativos, lo que hemos presenciado con intensidad letal (pensemos en los muertos), respecto a la actitud de: ¿solo algunos compatriotas? por suerte, respecto a nuestros hermanos latinoamericanos.
No sólo por la renuncia a cualquier posición solidaria o de convivencia sus acciones señalan con certeza, sino por la triste noticia que estamos infiltrados por los nazis de siempre.
Es bueno preguntarse, si ellos pretenden que sigamos en el triste pasado de ser los “carapálidas de América Latina”, o son tan cortos de mente y miserables de alma, que solo les queda achacar a otros sus errores y/o males, pretendiendo exculparse perversamente de la responsabilidad de muchos de nuestros males y de paso, de la convivencia fraternal que deben asumir.
Nuestra Argentina ha crecido, no están lejos las penas de hace 10 años y las tragedias y muertes del pasado, tampoco estamos en el paraíso, pero hoy es distinto.
Integrarse plenamente al Mercosur, a Latinoamérica toda, significa obrar de buena fe, tener buena leche y estamos convencidos que la mayoría lo siente así. Sin embargo hay infames minorías, fundamentalmente anidadas en la derecha rancia y agresiva, que descalifica a todo aquel que es distinto por el sólo hecho de serlo. Claro luego de la descalificación viene la agresión, están tan acostumbrados a que las “fuerzas del orden” les den una mano.
La paz y convivencia comunitaria se gana con amor y solidaridad, nunca con palos y azotes, menos con asesinatos de inocentes, solo culpables de ser los excluidos de siempre.
Hacia ellos nuestro respeto, afecto y solidaridad, son nuestros hermanos, son nuestro prójimo y si alguno se olvidó de lo que significa, vaya a su iglesia, templo o lo que fuere y pregunte allí que significa.
Y no se olvide, los "fachos" y perdón por la expresión, pero es letalmente gráfica, están en cualquier parte, siempre dispuestos a hacer el mayor daño posible, en donde fuere y a quien fuere.
Nunca se confíe, empieza con un hermano latinoamericano, o con un "negro", o con cualquiera "distinto" según su óptica, pero luego si usted no piensa como ellos, seguirán con usted.
Si los dejamos crecer, nadie estará a salvo ni en paz.
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