ESCALOFRIANTES ESTADÍSTICAS
Un estudio sobre el ACV en Brasil demostró que la enfermedad que más causa muertes en el país está afectando, tal como es la tendencia mundial, a personas con menos de 45 años.
Antonio Carlos Worms Till, fundador del Vita Check-Up Center: “Lo que cambió fue el estilo de vida, con la epidemia de obesidad, más estrés, más crisis hipertensivas”. Él destaca la importancia de exámenes de rutina, como el de de sangre que permite controlar glicemia y colesterol.
Un accidente cerebrovascular (ACV o ACVA), ictus cerebral, apoplejía, derrame cerebral, golpe o ictus apoplético, ataque cerebrovascular o ataque cerebral1 es la pérdida de funciones cerebrales producto de interrupción del flujo sanguíneo al cerebro y que origina una serie de síntomas variables en función del área cerebral afectada. Lo que diferencia el ACV de otros conceptos similares es la consideración de ser un episodio agudo y la afectación de las funciones del sistema nervioso central. Es la 3er.causa de muerte en países industrializados, seguidas por enfermedades cardíacas y cáncer. Representa la 1ra. causa de discapacidad (31%). En USA ocurre en 5% a 10% de 10.000 personas menores de 40 años de edad y en 10% a 20% de los mayores de esta edad. En pacientes menores a 60 años es mayor la incidencia en el sexo masculino.
Ahora, en Brasil también se investigó el tema.
Es la enfermedad que más mata en el país y que suele asociarse a pacientes mayores, pero en forma creciente el accidente cerebro vascular (ACV) también incluye a jóvenes.
Un estudio realizado por el Ministerio de Salud brasilero muestra que 62.270 personas con menos de 45 años murieron en el país entre 2000 y 2010. Desde principios de la década hasta septiembre de 2012, 20.000 pacientes en esa franja de edad fueron internados en hospitales del Sistema Único de Salud (SUS) –no se toman en cuenta las internaciones en la red privada-.
Volviendo a USA, un estudio de la Universidad de Cincinnati, publicado en octubre de 2012 en el periódico de la Academia Estadounidense de Neurología, mostró que entre 1993 y 1994, 13% de las personas que sufrieron derrame tenían menos de 55 años. En 2005, ese porcentaje alcanzó 19%. El trabajo analizó pacientes de la región metropolitana Cincinnati / Northern Kentucky.
“Es una tendencia mundial que viene con el aumento de los llamados factores de riesgo – obesidad, hipertensión, diabetes, sedentarismo. Con tecnología y mejores servicios, la mortalidad cae”, afirma el secretario de Atención a la Salud del ministerio correspondiente en Brasil, Helvécio Miranda Magalhães.
La tecnología más reciente adoptada por el Ministerio de Salud es el medicamento alteplase, único parobado para el tratamiento de ACV isquémico (cuando no hay hemorragia; tipo que responde a 80% de los derrames). El remedio pasó a ser abastecido por el SUS (Sistema Único de Salud) en abril. Si fuera administrado hasta 4 horas 30 minutos después de los primeros síntomas, reduce las secuelas del derrame.
En abril, el ministerio también divulgó los criterios para la habilitación de hospitales que serán referencia para la atención de pacientes con ACV –hasta ahora, 2 firmaron convenio con el gobierno federal: el Hospital de Clínicas de Porto Alegre y el Hospital General de Emergencia de Fortaleza-.
“Queremos crear centros de referencia regionales. Identificamos 200 hospitales que tienen potencial mayor para ese tipo de atención”, dice el funcionario.
El ACV puede ser isquémico, cuando hay obstrucción de los vasos que llevan la sangre al cerebro. O hemorrágico, cuando esos vasos se rompen. En ancianos, la causa principal es la arteriosclerosis, proceso de inflamación que lleva a la obstrucción de las arterias por placas de grasa, explica el vicepresidente de la Asociación Brasileña de Neurología (Abneuro) Rubens José Gagliardi.
“En los jóvenes, las causas don diferentes, como malformaciones cardíacas, uso de drogas y de anorexígenos, como femproporex y anfrepramona (anfetamínicos), remedios ya prohibidos”, dice Gagliardi. Cita además el uso de anticonceptivas asociadas al tabaquismo, además de embarazo.
Antonio Carlos Worms Till, fundador del Vita Check-Up Center, recuerda que las malformaciones no son más grandes hoy. “Lo que cambió fue el estilo de vida, con la epidemia de obesidad, más estrés, más crisis hipertensivas”, dice. Destaca la importancia de exámenes de rutina, como el de de sangre que permite controlar glicemia y colesterol.
“Sin esa herramienta tan simple, el diagnóstico viene después del ACV, cuando la persona tendrá secuencias motoras, alteración en el habla, pérdida de fuerza. La recuperación para la vida social es extremadamente cara bajo varios aspectos – psicológico, emocional y financiero”, concluye Wroms Till.
Un estudio sobre el ACV en Brasil demostró que la enfermedad que más causa muertes en el país está afectando, tal como es la tendencia mundial, a personas con menos de 45 años.
Antonio Carlos Worms Till, fundador del Vita Check-Up Center: “Lo que cambió fue el estilo de vida, con la epidemia de obesidad, más estrés, más crisis hipertensivas”. Él destaca la importancia de exámenes de rutina, como el de de sangre que permite controlar glicemia y colesterol.
Un accidente cerebrovascular (ACV o ACVA), ictus cerebral, apoplejía, derrame cerebral, golpe o ictus apoplético, ataque cerebrovascular o ataque cerebral1 es la pérdida de funciones cerebrales producto de interrupción del flujo sanguíneo al cerebro y que origina una serie de síntomas variables en función del área cerebral afectada. Lo que diferencia el ACV de otros conceptos similares es la consideración de ser un episodio agudo y la afectación de las funciones del sistema nervioso central. Es la 3er.causa de muerte en países industrializados, seguidas por enfermedades cardíacas y cáncer. Representa la 1ra. causa de discapacidad (31%). En USA ocurre en 5% a 10% de 10.000 personas menores de 40 años de edad y en 10% a 20% de los mayores de esta edad. En pacientes menores a 60 años es mayor la incidencia en el sexo masculino.
Ahora, en Brasil también se investigó el tema.
Es la enfermedad que más mata en el país y que suele asociarse a pacientes mayores, pero en forma creciente el accidente cerebro vascular (ACV) también incluye a jóvenes.
Un estudio realizado por el Ministerio de Salud brasilero muestra que 62.270 personas con menos de 45 años murieron en el país entre 2000 y 2010. Desde principios de la década hasta septiembre de 2012, 20.000 pacientes en esa franja de edad fueron internados en hospitales del Sistema Único de Salud (SUS) –no se toman en cuenta las internaciones en la red privada-.
Volviendo a USA, un estudio de la Universidad de Cincinnati, publicado en octubre de 2012 en el periódico de la Academia Estadounidense de Neurología, mostró que entre 1993 y 1994, 13% de las personas que sufrieron derrame tenían menos de 55 años. En 2005, ese porcentaje alcanzó 19%. El trabajo analizó pacientes de la región metropolitana Cincinnati / Northern Kentucky.
“Es una tendencia mundial que viene con el aumento de los llamados factores de riesgo – obesidad, hipertensión, diabetes, sedentarismo. Con tecnología y mejores servicios, la mortalidad cae”, afirma el secretario de Atención a la Salud del ministerio correspondiente en Brasil, Helvécio Miranda Magalhães.
La tecnología más reciente adoptada por el Ministerio de Salud es el medicamento alteplase, único parobado para el tratamiento de ACV isquémico (cuando no hay hemorragia; tipo que responde a 80% de los derrames). El remedio pasó a ser abastecido por el SUS (Sistema Único de Salud) en abril. Si fuera administrado hasta 4 horas 30 minutos después de los primeros síntomas, reduce las secuelas del derrame.
En abril, el ministerio también divulgó los criterios para la habilitación de hospitales que serán referencia para la atención de pacientes con ACV –hasta ahora, 2 firmaron convenio con el gobierno federal: el Hospital de Clínicas de Porto Alegre y el Hospital General de Emergencia de Fortaleza-.
“Queremos crear centros de referencia regionales. Identificamos 200 hospitales que tienen potencial mayor para ese tipo de atención”, dice el funcionario.
El ACV puede ser isquémico, cuando hay obstrucción de los vasos que llevan la sangre al cerebro. O hemorrágico, cuando esos vasos se rompen. En ancianos, la causa principal es la arteriosclerosis, proceso de inflamación que lleva a la obstrucción de las arterias por placas de grasa, explica el vicepresidente de la Asociación Brasileña de Neurología (Abneuro) Rubens José Gagliardi.
“En los jóvenes, las causas don diferentes, como malformaciones cardíacas, uso de drogas y de anorexígenos, como femproporex y anfrepramona (anfetamínicos), remedios ya prohibidos”, dice Gagliardi. Cita además el uso de anticonceptivas asociadas al tabaquismo, además de embarazo.
Antonio Carlos Worms Till, fundador del Vita Check-Up Center, recuerda que las malformaciones no son más grandes hoy. “Lo que cambió fue el estilo de vida, con la epidemia de obesidad, más estrés, más crisis hipertensivas”, dice. Destaca la importancia de exámenes de rutina, como el de de sangre que permite controlar glicemia y colesterol.
“Sin esa herramienta tan simple, el diagnóstico viene después del ACV, cuando la persona tendrá secuencias motoras, alteración en el habla, pérdida de fuerza. La recuperación para la vida social es extremadamente cara bajo varios aspectos – psicológico, emocional y financiero”, concluye Wroms Till.
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