En una serie de experimentos, un algoritmo ha demostrado ser capaz de determinar, por el mero análisis de la música, el orden en que varias bandas de música rock famosas crearon sus trabajos más emblemáticos, un orden que no siempre se corresponde con el orden de publicación.
Lior Shamir y Joe George, de la Universidad Tecnológica Lawrence (LTU), en Southfield, Michigan, Estados Unidos, habían previamente desarrollado una tecnología de análisis de audio para estudiar la comunicación vocal de las ballenas, y ampliaron el algoritmo para analizar los álbumes de los Beatles y otras bandas bien conocidas como Queen, U2, ABBA y Tears for Fears. Los resultados de sus experimentos demuestran científicamente que la estructura de la música de los Beatles cambia progresivamente de un álbum al siguiente.
Melómanos y críticos musicales saben que la música de los Beatles sufrió una profunda transformación en solo unos pocos años, pero hasta ahora no ha habido una forma científica de medir la progresión. Ni tampoco en el caso de otras bandas y compositores célebres. Eso podría cambiar ahora gracias a este nuevo algoritmo, una muestra espectacular de lo que la Inteligencia Artificial puede conseguir con el desarrollo adecuado.
El algoritmo funciona transformando primero cada canción en su espectrograma, una representación visual del contenido de audio. Eso convierte una tarea de análisis de audio en un problema de análisis de imágenes, que se resuelve aplicando algoritmos exhaustivos que convierten cada espectrograma musical en un grupo de casi 3.000 descriptores numéricos que reflejan aspectos visuales tales como texturas, formas y la distribución estadística de los píxeles. Se utilizan entonces métodos estadísticos y de reconocimiento de patrones para detectar y cuantificar las similitudes entre las diferentes piezas de música.
En el estudio de la LTU se analizaron 11 canciones de cada uno de los 13 álbumes de estudio de los Beatles publicados en el Reino Unido, y se cuantificaron las similitudes entre cada tema y todos las demás. Los resultados para las canciones individuales fueron entonces utilizados para comparar las similitudes entre los álbumes.
La colocación automática de los álbumes por el algoritmo concordó con el orden cronológico de grabación de cada uno, empezando en el caso de los Beatles por el primer álbum (“Please, Please Me”), y continuando con los siguientes: “With the Beatles,” “Beatles for Sale” y “A Hard Day’s Night”.
La asociación automática de estos álbumes demostró que el algoritmo informático es capaz de percatarse de que las canciones del primero, “Please, Please Me”, fueron las más parecidas al grupo de temas del segundo, “With the Beatles”, y las menos parecidas a las del último álbum grabado, “Abbey Road”.
El algoritmo colocó después a los álbumes “Help!” y “Rubber Soul”, seguidos por “Revolver”, “Sergeant Pepper’s Lonely Hearts Club Band”, “Magical Mystery Tour”, “Yellow Submarine”, y “The Beatles” (“The White Album”).
“Let It Be” fue el último álbum publicado por los Beatles, pero el algoritmo identificó correctamente que esas canciones habían sido grabadas antes que las de “Abbey Road”.
Las personas que no sean grandes conocedoras de los Beatles normalmente no podrán deducir que “Help!” fue grabado antes que “Rubber Soul”, pero el algoritmo sí que puede, tal como subraya Shamir. Este experimento demuestra que la inteligencia artificial puede identificar los cambios y la progresión en el estilo musical de un compositor o un grupo.
El algoritmo informático pudo deducir el orden cronológico de los álbumes de los otros grupos del estudio sin valerse de nada más que el análisis de los datos de audio, con una excepción destacable: Identificó fuertes similitudes entre dos álbumes de Tears for Fears que se publicaron con 15 años de diferencia. Sin embargo, tal cosa tiene sentido porque “Seeds of Love”, publicado en 1989, fue el último álbum antes de la disolución de la banda, y “Everybody Loves a Happy Ending”, publicado en 2004, fue grabado después de que ésta se reuniera. Esos dos álbumes tenían menos en común con los dos álbumes en solitario publicados por Roland Orzabal, el principal compositor del grupo, después de que la banda se disolviera en 1991.
En el caso de “Queen”, el ordenador equipado con el algoritmo no sólo clasificó los álbumes por su orden cronológico, sino que también distinguió entre los anteriores y los posteriores a “Hot Space”, que representó un gran cambio en el estilo musical de Queen. (NCYT)
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