Los autores de este estudio reclutaron a 57 personas con aracnofobia (pánico obsesivo a las arañas). A cada participante se le pidió que, durante un período de ocho semanas, tuviera cinco encuentros con cinco variedades distintas de arañas vivas que variaban en tamaño desde 2 hasta 15 centímetros de longitud (entre 1 y 6 pulgadas aproximadamente). Después de cada encuentro, los sujetos debían hacer estimaciones del tamaño de las arañas, sin tenerlas ya a la vista.
Un análisis de los resultados mostró que los promedios más altos del nivel máximo de miedo experimentado por los participantes durante el encuentro con las arañas estaban asociados a las estimaciones de que esas arañas tenían un tamaño superior al real.
Un análisis de los resultados mostró que los promedios más altos del nivel máximo de miedo experimentado por los participantes durante el encuentro con las arañas estaban asociados a las estimaciones de que esas arañas tenían un tamaño superior al real.
Para las sobreestimaciones del tamaño de las arañas, se observaron asociaciones positivas similares con promedios más altos del nivel máximo de miedo, con la cantidad de síntomas de pánico y con sensación de miedo en general a las arañas.
En pocas palabras, cuanto más miedo los participantes sentían hacia las arañas, más grandes les parecían.
El equipo del psicólogo Michael Vasey, profesor en la Universidad Estatal de Ohio, cree además que esa percepción distorsionada del tamaño del objeto o criatura temidos, en este caso la araña, puede servir como factor que contribuye a que la fobia mantenga su fuerza. Este elemento se deberá tener en cuenta en las terapias para mitigar fobias.
En la investigación también han trabajado Michael Vilensky, Jacqueline Heath, Casaundra Harbaugh, Adam Buffington y Russell Fazio, todos del departamento de psicología de la citada universidad.
En pocas palabras, cuanto más miedo los participantes sentían hacia las arañas, más grandes les parecían.
El equipo del psicólogo Michael Vasey, profesor en la Universidad Estatal de Ohio, cree además que esa percepción distorsionada del tamaño del objeto o criatura temidos, en este caso la araña, puede servir como factor que contribuye a que la fobia mantenga su fuerza. Este elemento se deberá tener en cuenta en las terapias para mitigar fobias.
En la investigación también han trabajado Michael Vilensky, Jacqueline Heath, Casaundra Harbaugh, Adam Buffington y Russell Fazio, todos del departamento de psicología de la citada universidad.
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