Con motivo de la conmemoración, esta semana, del Día Mundial de la Actividad Física y del Día Mundial de la Salud, el 6 y 7 de abril respectivamente, la Fundación Española del Corazón (FEC) recomienda realizar un mínimo de 30 minutos de actividad física al día para reducir las probabilidades de padecer enfermedades cardiovasculares y asegurarnos una mejor calidad y esperanza de vida.
Diversos estudios demuestran los beneficios de seguir una vida activa. Uno de ellos, realizado por investigadores del Instituto Universitario Cemic de Buenos Aires y que incluyó a 337 personas mayores de 80 años, defiende que el 78% de las personas que realizan actividad física de forma regular, alargan la vida al menos cinco años, frente al 46% de supervivencia en el caso de las personas sedentarias.
Los autores del estudio recomiendan, tras analizar los resultados, realizar 30 minutos de actividad física al día, cinco veces a la semana y proponen como actividades: nadar, caminar, hacer gimnasia acuática, bailar o montar en bicicleta.
Otro trabajo, llevado a cabo por la Facultad de Medicina de la Universidad Hebrea de Jerusalén, ha estudiado a 1.861 personas con edades comprendidas entre los 70 y los 88 años, con el objetivo de comparar la esperanza de vida de las personas consideradas activas (mínimo de cuatro horas de ejercicio semanal) y de las pasivas (personas sedentarias).
El estudio demuestra que, de las personas mayores de 70 años, solo el 15% de las consideradas activas murieron durante los 8 años posteriores, mientras que fallecieron el 27% de las pasivas; del grupo de personas de 78 años, murieron, durante ese periodo, el 26% de las personas activas frente al 41% de las pasivas; y finalmente, el estudio también revela que de las personas del grupo de ancianos de 86 años, sólo fallecieron el 7% de los individuos activos, frente a un 24% de los pasivos en los tres años siguientes.
“Cuando nos hacemos mayores, nos volvemos más sedentarios, favoreciéndose el deterioro del aparato locomotor. Además; se pierde masa muscular, por lo que el mecanismo de regulación de la glucosa se ve disminuido, las arterias pierden elasticidad, y se altera el metabolismo de las grasas, lo que favorece la aparición de diabetes, hipertensión, obesidad e hipercolesterolemia”, destaca la Dra. Araceli Boraita, vocal representante de las sociedades filiales de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y cardióloga del Centro de Medicina del Deporte. “En cambio, si nos mantenemos físicamente activos a lo largo de nuestra vida y seguimos así una vez entrados en la vejez, además de mejorar nuestra elasticidad, coordinación y musculación, disminuiremos la probabilidad de padecer estas enfermedades”, prosigue.
La buena salud añade vida a los años
“La buena salud añade vida a los años” es el lema escogido este año por la Organización Mundial de la Salud para conmemorar El Día Mundial de la Salud, con el que se pretende mostrar que, si nos cuidamos desde jóvenes, ayudaremos a tener en la vejez una vida plena y productiva, y a desempeñar un papel activo en nuestras familias y en la sociedad.
“Desde la FEC queremos sumarnos a este lema, aprovechando también que el día anterior se conmemora el Día Mundial de la Actividad Física. La población española es una de las más longevas y es necesario que nos concienciemos sobre la necesidad de llegar a una edad madura estando física e intelectualmente activos. El Dr. Kenneth H. Cooper, reconocido por su invención del test de Cooper, fue muy sabio al anunciar que el ejercicio es la forma de poner más años en tu vida y más vida en tus años”, anuncia la Dra. Boraita.
Ejercicio recomendado para las personas mayores
“Las actividades o deportes más recomendables para la población mayor son las que, además de mejorar la forma física, favorecen la musculación y la coordinación”, informa la Dra. Boraita. “Practicar golf o petanca es un buen ejemplo, ya que son deportes sociales, en los que se mueven grandes masas musculares y además añaden un componente de fuerza y de precisión”.
Para fomentar la práctica de ejercicio físico entre las personas mayores, la Dra. Boraita también recomienda que éste se realice en grupos de edad parecida y que sea supervisado por un monitor que controle sus progresos.
“Es importante, también, que nuestros mayores se enganchen al ejercicio físico y no deben sentirse frustrados o agobiados si inicialmente se ven limitados. Si no se puede realizar 30 minutos de actividad seguida, se puede fraccionar en intervalos de 10 a 15 minutos, ya que el efecto es acumulativo”, propone la especialista.
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