U24 - A partir del año próximo, todos los nuevos teléfonos celulares deberán contener un chip que permitirá al presidente Obama emitir “alertas de emergencia” a los teléfonos celulares cada vez que lo considere necesario. A los usuarios de los móviles no se le permitirá optar por si quieren o no los mensajes presidenciales.
El nuevo sistema de alerta nacional, que comenzará en Nueva York, alertará al público sobre situaciones de emergencia a través de los teléfonos celulares.
Se llama Personal Localized Alert Network (PLAN). Mensajes presidenciales y de emergencia, así como las alertas Amber, van a aparecer en los teléfonos móviles equipados con chips y software especiales.
La Comisión Federal de Comunicaciones anunció el año pasado se está desarrollando una Red Personal de Alerta Localizada, o PLAN, en asociación con Verizon, AT & T, T-Mobile y Spring, para realizar pruebas en diferentes zonas de USA antes de lanzar a el plan a nivel nacional.
La FCC (Federal Communications Commission) dice que el sistema le enviará los textos del Presidente, las alarmas de desastres naturales e incluso mensajes sobre niños desaparecidos, especialmente a los smartphones con chip en todo el país.
"Esta es la capacidad de tener un dispositivo móvil como dispositivo de alerta de emergencia. Los funcionarios del gobierno puede enviar alertas en caso de desastres de gran magnitud, puede hacerlo de forma localizada, y puede asegurarse de que las alertas lleguen incluso si hay congestión en la red ", dijo el presidente de la FCC, Julius Genachowski.
Otras agencias federales están buscando aplicaciones únicas para responder a emergencias basados en mensajes de texto. La Administración de Alimentos y Fármacos de USA se dio cuenta de la necesidad de una respuesta durante el 2009 en lo que fue la falsa pandemia de "gripe porcina" y está desarrollando una aplicación de alertas para comunicar información vital sobre fármacos durante crisis de salud pública.
La agencia aprobó el uso de la Peramavir fármaco experimental durante el brote, pero la única manera de trabajadores de la salud puedieran reportar reacciones adversas a la droga y recibir comunicaciones de urgencia de la FDA fue a través de un lento e ineficaz equipo de escritorio basado en el sistema.
Como resultado, más de un 10% de las reacciones adversas no fueron reportadas, de acuerdo con la agencia. La FDA puso en marcha varias aplicaciones en ese momento para mantener a los proveedores públicos y de salud informados sobre la gripe H1N1, pero no hubo una sola, personas de confianza de origen podía contar con la información.
Así, la aplicación encuentra vías de justificación: los crecientes desastres y enfermedades parecerían ser el caballito de batalla que el gobierno de USA está utilizando para tener control sobre las comunicaciones desde dispositivos móviles.
Este intervencionismo en las comunicaciones no se queda sólo en las comunicaciones a través teléfonos celulares: la policía estatal de Michigan está utilizando “Dispositivos de extracción” para descargar los datos de los teléfonos móviles de los conductores que son detenidos. Esto se lleva a cabo incluso si el detenido no es acusado de no hacer nada malo.
Estos dispositivos los vende una compañía llamada Cellebrite y tiene la capacidad de descargar los mensajes de texto, fotos, videos, e incluso los datos del GPS de la mayoría de las marcas de teléfonos celulares. Las máquinas portátiles tienen varias interfaces para trabajar con diferentes modelos, e incluso puede pasar por alto las contraseñas de seguridad y acceso a cierta información.
Como está visto que la intervención orwelliana está a las órdenes del día, el espionaje no se reduce sólo a telefonía... las consolas de juegos también estarán bajo vigilancia.
Controlando los jueguitos
El Departamento de Seguridad Nacional de USA ha contratado a una empresa para que obtenga datos privados de los usuarios de videoconsolas en el extranjero y de sus comunicaciones con el pretexto de la lucha contra el terrorismo y la pedofilia.
Ahora cada vez que se sumerja en el ciberespacio de su juego favorito, deberá tener en cuenta que el Gran Hermano estadounidense quiere meter mano en su consola.
El Gobierno de USA ha cerrado un contrato de US$ 177.000 con una pequeña compañía californiana, Obscure Technologies, con una plantilla de menos de una decena de personas. Se trata de expertos en la así llamada ingeniería inversa, es decir peritos en la desmantelación de dispositivos para saber todo sobre su construcción y funcionamiento.
El objetivo del contrato es buscar vías para 'hackear' consolas megapopulares como la Xbox 360 de Microsoft, la PlayStation 3 de Sony o la Wii de Nintendo, entre otras, para obtener y analizar todos los datos que estos aparatos guardan sobre sus usuarios y los juegos que usan.
Entre estos datos, según los expertos, puede haber información privada tal como contraseñas, números de tarjetas de crédito o direcciones. Además, ya que casi todos los juegos avanzados permiten mantener cibercharlas para que los usuarios se comuniquen entre sí, todos los mensajes de un usuario podrían ser guardados en la memoria del dispositivo. Precisamente, estos son los datos que interesan al Gobierno de USA
Sin embargo, entre las ‘víctimas’ de este ‘espionaje’ autorizado no estarán los ciudadanos de USA, que quedarán a salvo de estas prácticas, ya que realizar tales rastreos está prohibido por ley. Por eso los especialistas de Obscure Technologies adquirirán las consolas usadas en mercados abiertos extranjeros.
Tales aparatos, según la idea del proyecto, probablemente “contienen información importante y sensible de sus antiguos dueños”, explicó el catedrático de ciencias cibernéticas, Simson Garfinkel, entrevistado por la revista ‘Foreign Policy’
El por qué de este plan gubernamental reside, según Washington, en que los videojuegos son ahora una base de entrenamiento y una red social segura para los terroristas internacionales, que se encuentran en el ciberespacio. Además, el blanco de la iniciativa serán los pedófilos que, supuestamente, pueden encontrar y espiar a sus víctimas inocentes a través de juegos cooperativos.
Aunque los expertos consideran que esta suposición podría tener alguna base, el mismo intento del Gobierno de observar las acciones de la gente por Internet, incluso en un ámbito tan inusual como los videojuegos, es cuando menos alarmante.
Los usuarios podrían incluso no darse cuenta de qué información permanece en sus consolas, argumenta Parker Higgins, portavoz de la organización ‘Electronic Freedom Foundation’. Según él, ahora mucha gente usa juegos para comunicarse y las historias de sus charlas, que pueden contener datos muy personales, pueden caer en manos del Gobierno.
Los científicos no saben con certeza qué tipos de datos se ocultan en particular en estos dispositivos. Sin embargo, parece que estos datos, sean los que sean, podrían dar pie a una nueva ley, propuesta por USA, para limitar los derechos de personas en la red, de una forma parecida a la que estipulan leyes como las polémicas SOPA y PIPA.
miércoles, 11 de abril de 2012
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