El proceso de digitalización en el que vivimos y la fuerte irrupción de las nuevas tecnologías de consumo, enmarcado principalmente por el producto más exitoso de los últimos años -el teléfono móvil inteligente-, está provocando un escenario distinto a la de otras generaciones.
Menor capacidad de retención y el debate acerca de si es necesario memorizar ciertos contenidos son algunas de las dudas recientes.
Según diversos estudios publicados recientemente, las personas que viven en los países más avanzados han generado una menor capacidad de atención que sus progenitores, incluso que los peces, esos seres vivos cuya memoria es ínfima y limitada. La razón que esgrimen algunos expertos es la obsesión y penetración de los smartphones.
Según un estudio elaborado por Microsoft, por el que se entrevistó a unas 2.000 personas y la actividad cerebral de 112 personas, las personas han perdido cuatro segundos en su capacidad de atención desde el año 2000, pasando de 12 segundos a 8 segundos en los años de mayor expansión de la telefonía móvil. El informe considera que los peces suelen tener una capacidad de atención de unos 9 segundos, lo que sería superior a las personas.
Una de las conclusiones a las que llegaron los investigadores fue que los encuestados que tenían un estilo de vida más tecnológico requerían de un esfuerzo mayor para concentrarse en situaciones en las que es necesaria una atención prolongada, tales como conferencias y clases de formación.
Sin embargo, los investigadores consideran que, pese a todo, la capacidad de realizar varias tareas al mismo tiempo y ser más productivo se ha mejorado notablemente en este tiempo en los que los smartphones han desembarcado en la sociedad. "Este tipo de personas -más metidas en las nuevas tecnologías- son mejores para identificar lo que quieren y los que no quieren y necesitar menos tiempo para procesar y comprometerse a cosas", reza el informe. Otro estudio, elaborado por la Universidad de Waterloo en Canadá, asegura que existe una conexión entre la dependencia a los smartphones y la falta de reflexión en las personas sobre cómo resolver un problema. "El problema de confiar demasiado en Internet es que no puedes saber si tienes la respuesta correcta al menos que se piensa en ello de forma analítica o lógica", explica Gordon Pennycook, autor del estudio.
Frente a esa situación, expertos académicos han abierto en los últimos años un debate acerca de si es recomendable o no memorizar las cosas en plena era digital, en la que gran parte del conocimiento humano se puede encontrar fácilmente en Internet.
Según asegura Mark Dawe, director de la Comisión de Exámenes de Cambridge, Oxford y la Real Sociedad de Arte de Reino Unido, en declaraciones a la cadena BBC, existen "cosas más importantes" que aprenderse todo de memoria y deja caer que el supuesto caso en el que durante los exámenes se dejaran utilizar ordenadores a los alumnos los exámenes tendrían que cambiar de concepto, ya que ser "mucho más que una prueba de memoria". El reto -sugiere- es conveniente "valorar la habilidad de interpretar y analizar información", de manera que el uso de buscadores e Internet "no presentaría ningún problema".
FUENTE | ABC Periódico Electrónico S.A.
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