Se muestra promisoria en ratas
El tratamiento experimental podría beneficiar a las personas que olvidan tomar los medicamentos.
Acordarse de tomar las pastillas para la hipertensión todos los días puede ser un problema, especialmente si se están tomando más medicamentos recetados.
Así que, ¿qué tal si, en lugar de eso le pusieran una vacuna que le bajara la presión arterial durante unos meses?
Dicha vacuna ha probado ser efectiva en el control de la presión arterial en ratas de laboratorio durante hasta seis meses, según una nueva investigación publicada el 26 de mayo en la revista Hypertension.
La vacuna de ADN experimental crea anticuerpos que se dirigen a la angiotensina II, una hormona que aumenta la presión arterial al provocar que los vasos sanguíneos se estrechen, dijo el coautor del estudio, el Dr. Hironori Nakagami, profesor en la Universidad de Osaka, en Japón.
Con respecto a esto, la vacuna es similar a los medicamentos para la presión arterial inhibidores de la ECA, que funciona al ayudar a los vasos sanguíneos a relajarse y a abrirse, según los investigadores.
Nakagami afirmó que la vacuna podría beneficiar a las personas que no toman los medicamentos para la hipertensión tal y como se les recetan.
"El potencial de una vacuna para la hipertensión ofrece un tratamiento innovador que podría ser muy efectivo para controlar el no cumplimiento, que es uno de los problemas importantes en la gestión de los pacientes con hipertensión", señaló.
Aproximadamente 70 millones de estadounidenses tienen hipertensión, lo que equivale a uno cada tres adultos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. Y solo aproximadamente la mitad de ellos tienen la afección controlada.
En el nuevo estudio, los investigadores administraron la vacuna tres veces en intervalos de dos semanas a ratas con hipertensión.
La vacuna no solamente redujo la hipertensión durante hasta seis meses, sino que también redujo el daño producido en los tejidos del corazón y en los vasos sanguíneos asociado con la hipertensión, según el estudio. No hubo señales de daños en otros órganos como los riñones o el hígado.
"La presión arterial sistólica fue consistentemente más baja en el grupo de la vacuna de ADN tras la inmunización, y la reducción de la presión arterial se mantuvo durante al menos seis meses", dijo Nakagami. (La sistólica es el primer número en una lectura de la presión sanguínea).
Aunque los estudios con animales a menudo no consiguen reproducir unos resultados parecidos en los seres humanos, el grupo de investigación confía en tener una versión de la vacuna preparada para los ensayos clínicos con humanos dentro de dos o tres años, dijo Nakagami.
Los investigadores sospechan que los seres humanos probablemente necesiten ponerse la inyección una o dos veces al año para mantener el efecto de la vacuna, señaló.
Todavía está por ver si la vacuna sería una mejor opción que los medicamentos existentes.
Aproximadamente el 85 por ciento de los pacientes con hipertensión pueden obtener ahora un tratamiento con los medicamentos disponibles, lo que deja a una minoría significativa que podría beneficiarse de esta vacuna, comentó el Dr. Ernesto Schiffrin, vicepresidente de investigación del departamento de medicina de la Universidad de McGill, en Montreal, Canadá.
"Siempre hay un grupo de pacientes para los que se usan tres, cuatro o más agentes y aún así no se puede controlar la presión arterial", señaló. "Siempre habrá la oportunidad para el desarrollo y la aplicación de nuevos medicamentos, y deberíamos esforzarnos por desarrollar nuevos, porque existe la necesidad".
Sin embargo, será clave saber cuánto tiempo puede la vacuna tener controlada la hipertensión entre cada inyección a la hora de determinar si merece la pena más que las pastillas baratas, seguras y efectivas que hay disponibles hoy en día, añadió Schiffrin.
"Las pastillas para la hipertensión no son tan caras", dijo Schiffrin. "Hoy en día todas son genéricas, y se están usando de manera bastante extendida en todo el mundo. La pregunta es: ¿cuánto tiempo durará la vacuna? ¿Hasta qué punto será efectiva? Y, ¿tendrá algún efecto secundario?".
FUENTES: Hironori Nakagami, M.D., Ph.D., professor, Osaka University, Japan; Ernesto Schiffrin, M.D., Ph.D., physician-in-chief, Jewish General Hospital, and vice chair, research, department of medicine, McGill University, Montreal, Canada; May 26, 2015, Hypertension
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