
Hoy viernes 28, a partir de las 13.30 horas, la Asamblea por los derechos de la niñez y otras organizaciones convocan a una jornada para exigir la plena implementación de la ley de promoción y protección de derechos de la niñez y la adolescencia, tanto en la provincia como en el municipio de La Plata. En el encuentro, que se llevará a cabo en Plaza San Martín, habrá talleres de plástica, murga, cerámica, juegos cooperativos, espacios para el debate y la reflexión, cuentos, muchos colores, música y radio abierta.
“La idea es que los pibes vayan a divertirse pero hay un trabajo previo en el que se fue pensando con los chicos por qué vamos a la plaza a reclamar sus derechos”, cuentan Damián y Rocío, integrantes del espacio de niñez y adolescencia Frente Popular Darío Santillán. Tanto los impulsores de la Asamblea, como los docentes, los trabajadores de las instituciones que se ocupan de los chicos, como otros espacios de organización, han sostenido esta propuesta para construir alternativas ante la falta de políticas públicas de niñez.
Benchi participa de Autoconvocados por los chicos de la calle, una organización que – entre otras actividades – se ocupa de recorrer la ciudad para saber cómo están los pibes y qué pueden necesitar de manera inmediata. Para él es claro que “una ley por más que hable de promoción y protección no va cambiar la vida de los pibes si no hay una decisión política de aportar los recursos y capacitar a quienes estén trabajando con los chicos, menos si cuando vuelven a sus casas los pisos siguen siendo de tierra, su familia sigue sin poder mejorar las condiciones de salud o siguen teniendo que salir a trabajar; el cuerpo de la ley los reconoce como sujetos pero si las condiciones de vida no se modifican, para el pibe el cambio pasa inadvertido”.
En la ciudad de La Plata, la Asamblea visibilizó que los pibes se encuentran en una situación de extrema vulnerabilidad ante la ausencia total del estado. “A veces es difícil generar los hábitos de encuentro con los pibes - relata Benchi -, en la calle van moviéndose y nosotros vamos generando las relaciones cuerpo a cuerpo, nos encontramos en la calle con ellos, los convocamos en algún comedor, si a uno de ellos tenemos que ayudarlo a aprender a leer nos juntamos un rato y leemos, con otros hacemos música, los invitamos a un taller de cerámica, esa es la forma de laburar, uno a uno, porque lo cierto es que no tenemos una estructura para funcionar”.
En el centro de la ciudad, las callejeadas son el primer lugar de encuentro con los pibes, y las más de las veces cuando se recurre al estado ante situaciones de emergencia la respuesta se hace esperar. “Una noche, una compañera se encontró con un chico que tenía fiebre y cuando llamó a la Dirección de Niñez y Adolescencia del Municipio (el encargado del área es Carlos Davalioni) le cuestionaron que se estuviera ocupando del pibe pero no le dieron ninguna solución”, relataron los entrevistados y señalaron que por ahora ellos sólo pueden dar cuenta de lo que pasa en el centro de la ciudad, ni siquiera se sabe qué puede estar pasando con los chicos en los márgenes de la ciudad.
Muchas veces la única respuesta viene por vía policial, Benchi señala que “lo único que pueden llegar a tener como opción es una noche en el único parador al que sólo pueden llegar si antes los detuvieron. No hay nada, ni siquiera operadores de calle para ocuparse de qué está pasando con los pibes, porque si estuvieran saliendo a ocuparse los chicos nos hubieran contado, porque de alguna manera eso también es lo que estamos buscando que suceda. Que se hagan cargo y se den cuenta que los chicos son una prioridad”.
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