IMPLICACIONES CLÍNICAS
Un equipo del CNIC demuestra que el corazón reacciona en dos fases. El estudio se publica en 'Journal of the American College of Cardiology'.
Científicos de Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) han demostrado que el corazón reacciona al infarto de una manera muy diferente a como se pensaba hasta el momento. Hasta este trabajo se daba por hecho que, tras un infarto, inmediatamente se producía una reacción edematosa en el tejido infartado y que ésta permanecía estable durante al menos una semana con una posterior desaparición progresiva.
El equipo de investigadores del CNIC, liderados por los cardiólogos Borja Ibáñez y Valentín Fuster, ha empleado la tecnología de imagen más avanzada para demostrar que este dogma clásico es incorrecto y el corazón reacciona con dos consecuencias edematosas muy bien diferenciadas y separadas en el tiempo. El estudio se publica en el último número de Journal of the American College of Cardiology.
Implicaciones
Este trabajo tiene implicaciones clínicas inmediatas que afectan no sólo a los ensayos clínicos que están actualmente en marcha, sino a futuros estudios que puedan enfocarse en la modulación y posible tratamiento de estas dos reacciones independientes.
Este proyecto es el resultado de una línea de investigación que comenzó hace más de ocho años en el Hospital Mount Sinai, de Nueva York. Durante la realización de un proyecto experimental de imagen en 2007 en la institución americana, el equipo investigador implantó unas nuevas secuencias de resonancia magnética para visualizar el edema postinfarto. Observaron que esta reacción inflamatoria era detectada de manera muy diferente en función del día postinfarto en el que se analizaba.
Como comenta Ibáñez, "entonces atribuimos estas diferencias a problemas técnicos de la implantación de estas secuencias nuevas de resonancia magnética, ya que el dogma establecido de la reacción del corazón tras un infarto dictaba que ésta debía ser estable durante al menos diez días". Pero una evaluación exhaustiva del fenómeno ha demostrado que no es así.
El trabajo se ha desarrollado en modelos muy cercanos al humano mediante el empleo de técnicas de resonancia magnética. (Diario Médico)
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