Hoy 25 de noviembre es el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Se eligió esta fecha para conmemorar el violento asesinato de las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, tres activistas políticas asesinadas el 25 de noviembre de 1960 en manos por la policía secreta del dictador Rafael Trujillo en la República Dominicana.
La violencia contra la mujer adopta formas diversas, incluidas la violencia en el hogar; las violaciones; la trata de personas; la prostitución forzada; la violencia en situaciones de conflicto armado, como los asesinatos, las violaciones sistemáticas, la esclavitud sexual y el embarazo forzado; los asesinatos por “razones de honor”; el infanticidio femenino y la selección prenatal del sexo del feto en favor de bebés varones; el no reconocimiento de las expresiones e identidades de género; la mutilación genital femenina y otras prácticas y tradiciones perjudiciales del sometimiento machista.
La Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1993, demuestra el reconocimiento y la comprensión internacionales de que la violencia contra las mujeres es una violación de los derechos humanos y una forma de discriminación contra la mujer.
En Argentina, a pesar de los años, esta situación es soportada por muchas mujeres, continuando así prácticas de sometimiento y hasta esclavitud; las denuncias de maltratos en los hogares no realizadas por miedo al “seguro, te lo merecías”, y a su vez, la poca atención y seguimiento a la víctimas de abusos y maltratos; falta de información en las escuelas sobre el cuidado del cuerpo de la mujer y asesoramiento clínico para decidir cuándo y cómo formar una familia; desigualdad salarial en los trabajos; etc. Prácticas que aún están vigentes en siglo XXI.
Se ha avanzado mucho en este último tiempo en el reconocimiento de los derechos y en el desenmascaramiento de situaciones vividas por mujeres. Incluso en el fortalecimiento de un sistema que contemple, resguarde y proteja a las mujeres de esta violencia llevada adelante muchas veces no solo por el género masculino, sino también por el sistema machista y la Iglesia Católica, que han encubierto y fomentado esta desigualdad que muchas veces se hace visible entre mujeres y hombres. Se ha avanzado claro que sí, pero todavía queda un camino por recorrer hasta alcanzar la igualdad que históricamente le fue negada al género femenino.
Como jóvenes, como militantes (hombres y mujeres) y como ciudadanos estamos en constante trabajo para que la igualdad no sea un discurso y sea un accionar que permita que todas las mujeres, sin importar si son desplazadas, sindicalistas, estudiantes, maestras, militantes, descendientes de pueblos originarios, lesbianas, profesionales, bisexuales, trans, travestis, con bajos recursos, madres, solteras, jóvenes, adultas, ancianas, vivan en la ciudad o en el campo, no sigan siendo víctimas de violencia cultural, política, económica, social, laboral e intrafamiliar.
PARTIDO SOCIALISTA MORON PARTIDO SOCIALISTA ITUZAINGO
Casa del Pueblo Ernesto “Che” Guevara Casa del Pueblo Alfredo Bravo
Prov. de Buenos Aires
No hay comentarios:
Publicar un comentario