Nuestra ilustración reproduce la tapa del Nº 200 (cuyo texto completo está en el mes correspondienteque intenta a la vez que recordar lo que informábamos en septiembre, alentar sobre la existencia de nuevas maneras de tratar viejos males, que sin duda alguna causan hoy estragos en la humanidad.
Nos animamos a esa tapa, por el convencimiento profundo que estaba en juego la vida nada menos que de Néstor (disculpas por la confianza), un tipo que estaba señalando hace rato una senda distinta para los argentinos. Por lo tanto había que cuidarlo más que nunca. puede leerse en http://desdeelconurbano.blogspot.com/2010/09/la-salud-de-nestor-kirchner.html
Denunciábamos allí nuestra absoluta oposición al modo en que su patología estaba siendo tratada, lo que en buen romance significaba, así esto no funciona.
Da bronca haber tenido cierto grado de razón, pues nadie puede ignorar que nuestro ex presidente era duro de arrear, y por lo tanto hacerse cargo de su salud no era sencillo.
Intentamos varias veces comunicarnos con él, pero no obtuvimos respuesta alguna, están en nuestro poder las pruebas de ello, nuestra mirada era la preocupación por un urgente cambio de rumbo en su tratamiento y conducta, pero no de por vida, pues todos sabemos que ello resultaba imposible, pero si cierta cantidad de tiempo, la necesaria y suficiente para que mejorara realmente.
Sufría hace tiempo de Vasculitis Sistémica Inmunológica y por lo tanto era absolutamente necesario tratarlo de una manera distinta.
Nuestra nota decía que ello no se estaba realizando.
Este querido y creíble personaje no está más, en millones de corazones dejó su huella y sus almas lloraron al unísono por su irremediable ausencia.
Cambió la Argentina, nos cambió a nosotros, hay muchos que todavía no se dieron cuenta.
Hay demasiado odio y mala leche flotando en el ambiente, crea una bruma insoportable que no permite percibir la realidad de su legado.
Nos hubiera alegrado hacer algo por él, no nos dejaron, son los de siempre, aquellos que se presentan ante la sociedad como dioses, y tienen las manos sucias, el alma fría y la soberbia al día.
La necedad no se cura, por ahora no existe tratamiento, el necio puede muy bien ser de paso, un canalla.
Un saludo “lupín”, la historia ya ha comenzado a escribir tu decidida acción por los demás, el balance es mucho mejor que lo que tus enemigos dicen, sabemos que se fue un patriota y con esto solo ya es suficiente.
Estamos firmemente convencidos que otro podría haber sido su destino era joven y merecía mas tiempo.
Vayan estas palabras a todos aquellos que aún están a tiempo de pensar y decidir que van a hacer por su vida.
E.P.
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