La lucha de las mujeres por sus derechos, iniciada desde finales del Siglo 19, se mantiene a la fecha, en la medida que vivimos en una sociedad desigual en la distribución de oportunidades y de los bienes materiales que generamos de manera colectiva, condicionada por varios factores, principalmente por la pertenencia de clase social, pero también por la condición de ser hombre o mujer, entre otros elementos que marcan la desigualdad.
Todavía hasta hace pocos años se creía que todo lo que ocurría entre hombres y mujeres era producto de la propia naturaleza, contra la cual nada se podía hacer. Sin embargo, hoy ellas han descubierto que esas relaciones desiguales, de exclusión y marginación, pueden ser modificadas e incluso, desaparecer.
La conmemoración del Día Internacional de la Mujer ha sido identificado principalmente con una gran huelga de mujeres obreras de la industria textil ocurrida en 1908 en la ciudad de Nueva York:, exigiendo mejores condiciones de trabajo. Lo que hizo excepcional este hecho fue su trágica culminación, pues fue el 8 de marzo de 1908 que estas obreras murieron carbonizadas, encerradas por sus patrones en la fábrica que ardía en llamas.
Sin embargo, hay recientes investigaciones de historiadoras feministas que han aportado nuevas significaciones y han encontrado otras causas que difieren de ese origen, reconociendo un número considerable de sucesos que involucran a mujeres luchadoras en el mismo mes de marzo, aunque en diferentes años.
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Hay estudios históricos que hacen referencia al mes de marzo de 1908 a una marcha realizada por el sindicato de costureras de la compañía textil de Lower East Side, de Nueva York que demandaban la reducción de su jornada de trabajo a sólo 10 horas.
En plena movilización hubo una brutal represión policíaca que terminó con la vida de muchas de estas trabajadoras y dejó a otras gravemente heridas. Otro hecho es la gran marcha de obreras textiles realizada en marzo de 1857, cuando tomaron las calles de Nueva York en protesta por sus inhumanas condiciones de trabajo.
Fue también en marzo, pero del año 1867, que tuvo lugar la huelga que se prolongó por tres meses por parte de las planchadoras de cuellos de la ciudad de Troy, en Nueva York, quienes pedían un aumento de salario. Sus reclamos no fueron escuchados y tuvieron que volver al trabajo con salarios menores a los que ya tenían.
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