Un estudio realizado por la Universidad Médica de Taipei, en Taiwán, que se publicará el próximo noviembre en 'Alcoholism: Clinical & Experimental Research', ha demostrado en animales que el alcoholismo crónico puede alterar la expresión de los genes relacionados con el ritmo del reloj biológico, regulador de las actividades fisiológicas y las conductas de la mayoría de los seres vivos.
MADRID, (EUROPA PRESS) En concreto, este trabajo ha demostrado que niveles significativamente bajos de ácido ribonucleico mensajero (ARNm o mRNA, por su nombre en inglés), una molécula del ARN que ayuda a fabricar proteínas, en los genes del reloj circadiano o biológico de los alcohólicos demuestran la existencia de una relación entre los genes del reloj biológico y la bebida en humanos.
Según la investigadora de la Universidad Médica de Taipei Sy-Jye Leu, autora del estudio, "los ritmos del reloj biológico, o circadiano, del cuerpo modulan las funciones fisiológicas y las conductas relacionadas, como la temperatura corporal, la secreción de hormonas y el ciclo sueño-vigilia"."Los ritmos circadianos son la manifestación externa de un sistema de coordinación interno que está dirigido por diversos factores genéticos, a los que llamamos genes del reloj circadiano", indica este experta.
La expresión o regulación apropiada de estos genes es necesaria para que cualquier organismo realice de forma eficiente su "programa" de actividades fisiológicas y conductuales para asegurar su supervivencia, asevera."La dependencia al alcohol está relacionada con disfunciones en el ritmo circadiano como los problemas del sueño y los cambios de humor", añade el psiquiatra Chian-Jue Kuo, del Hospital de Taipei, quien asegura que este estudio "es importante porque los autores usaron una muestra clínica, en lugar de modelos animales, para observar las alteraciones circadianas en pacientes con adicción al alcohol".PROBLEMAS DE SUEÑO,
DEPRESIÓN E INCLUSO CÁNCER
"Anteriores estudios demostraron que el alcohol puede alterar de forma directa la trasmisión neuronal en el cerebro", según destaca Leu, quien añade que esto podría, a su vez, ejercer influencia sobre la actividad de los genes que controlan el reloj biológico y alterar la respuesta relacionada con los ritmos circadianos. "Evaluar los niveles de mRNA ofrece una medición directa de la expresión genética de los genes del reloj biológico y la posibilidad, simultánea, de valorarlos a casi todos", indica.Para realizar este trabajo, el equipo de Leu examinó muestras de sangre de 22 pacientes varones con dependencia del alcohol y a 12 sujetos sanos, que formaron parte del grupo de control con el que se les iba a comparar.
Los resultados demostraron la existencia de una linea basal más baja de los niveles de mRNA de los genes del reloj biológico diana en los pacientes con dependencia del alcohol, en comparación con los individuos del grupo de control, lo que indica la existencia de un descenso general de la expresión de los genes del reloj circadiano en individuos con alcoholismo crónico.
"En otras palabras, el consumo crónico de alcohol está asociado con una destrucción de la expresión genética normal del reloj biológico", resume Leu, quien asegura que esta expresión alterada de los genes "está muy relacionada con una disfunción en los ritmos circadianos y puede estar vinculada a problemas psicológicos, como la desregulación del ciclo sueño-vigilia, la depresión e incluso el cáncer".
Además, según Leu, la expresión genética reducida no se arregla siguiendo un tratamiento temprano para dejar de beber. "Se trata de la primera evidencia hallada en humanos de que el alcoholismo crónico puede generar efectos dañinos, a largo plazo, sobre la expresión de los genes responsables del ritmo circadiano", ha indicado esta experta.
viernes, 27 de agosto de 2010
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