El alcoholismo ya es la principal adicción por la que se pide ayuda

JOVENES Y ALCOHOL

Desplazó en este último tiempo al consumo de marihuana en la Provincia. La edad de inicio bajó además a 12 años.

Los últimos datos sobre consumo de alcohol en suelo bonaerense siembran alarma y preocupación. Mientras la ingesta abusiva de bebidas alcohólicas crece entre los jóvenes de todo el país (ver aparte), un trabajo de la consultora Equis sobre sustancias y motivo de consumo en pacientes adictos -en base a datos de 2009 de la Subsecretaría de

Atención a las Adicciones de la provincia de Buenos Aires-, vino a revelar que el alcohol superó a la marihuana no sólo en el uso habitual sobre población en general, sino ya como la primera adicción por la que se inicia tratamiento en nuestra región.

El dato no deja de ser llamativo si se analizan las últimas mediciones de esa dependencia oficial. De las 28 mil personas que hasta mayo del 2008 estaban en tratamiento en los distintos centros provinciales, el 30,1% estaba internada por fumar marihuana, mientras que el 29,5%, por sus problemas con el alcohol y el 23,8 por su adicción a la cocaína.

Ahora, con los nuevos datos a la luz, se confirma una tendencia que los hacedores del último trabajo se encargan de confirmar: el crecimiento del consumo de alcohol por encima del de marihuana comenzó a registrarse en 1998, se acentuó en 2008 y llegó a su punto máximo en estos días, precisamente cuando la relación entre jóvenes y alcohol vuelve a estar en el centro de la escena a partir de los últimos episodios protagonizados por adolescentes y su costumbre de emborracharse en la llamada "previa" a los boliches (ver "El origen...").

Concretamente, en el trabajo se precisa que en el año 97 cerca del 30% de los pacientes en tratamiento en la Provincia iniciaba su rehabilitación por su adicción a la marihuana, mientras que apenas el 15% lo hacía por sus problemas con el alcohol.

Para el año 2000, la marihuana era la droga principal para casi el 40% de los pacientes, en tanto que el alcohol lo era para poco más del 20% de las personas en tratamiento. Recién a partir del año 2008 ambas sustancias comenzaron a igualar sus porcentajes, y llegaron a representar cada una a aproximadamente el 30% de los pacientes en rehabilitación.Según se consigna en el informe presentado por la consultora Equis, ahora "cualquier estudio estadístico serio muestra al alcohol, muy lejos, a la cabeza del ranking de sustancias adictivas, sobre la cual comparativamente se habla poco y se hace menos, tal vez como consecuencia de los grandes intereses económicos que se mueven alrededor de la industria de bebidas alcohólicas".

De los 28 mil pacientes que fueron tratados durante 2008 en nuestra provincia, casi la mitad tuvo problemas con el alcohol. Esa, dicen desde la Subsecretaría, fue la puerta de entrada al mundo de las drogas. Un vocero de esa dependencia aseguró que en los últimos dos años y medio hubo un leve crecimiento en la cantidad de pacientes tratados. "El problema con las cifras -precisó- es que muchos adictos no permanecen demasiado tiempo en los centros de rehabilitación y la población de personas en tratamiento se vuelve así muy cambiante. Muchos cortan sus tratamientos y recién cuando vuelven a estar mal regresan a las clínicas".

BAJA LA EDAD
A la hora de analizar el incremento en el número de personas que piden ayuda por su adicción al alcohol, los expertos no pueden dejar de lado lo referido a las edades de esos adictos: cada vez son más jóvenes. El promedio de edad al beber por primera vez alcohol cayó a los 12, cuando en estudios anteriores se habla de entre 14 y 15 años.En concreto, según la última encuesta de la Subsecretaría, el 30% de los jóvenes probó el alcohol entre los 13 y 15 años y el 50% dijo que toma al menos una vez por semana.

Su muestreo confirma además que el 92% de los consultados menores de 18 años había probado la cerveza.En cuanto a bebidas fuertes, el inicio en el consumo es mayor entre los 14 y los 17 años. En esa franja etaria, más del 70% aceptó haberlas probado. Las bebidas alcohólicas mezcladas con energizantes también figuran entre los tragos que eligen los chicos, tanto en bares y boliches como en la casa, donde los preparan ellos mismos. Entre los 14 y los 17 años, el 56% contó que probó alguna bebida fuerte con energizante.Actualmente, según las últimas cifras de la Subsecretaría provincial, el 9% de los chicos se inicia en el consumo de alcohol antes de los 13 años.

En cuanto al lugar de consumo, la mayoría (el 39,7%) señala a la casa, y en lo que hace al motivo de su consumo, el 25,9% dice que toma alcohol por sus conflictos familiares.Sobre esto, los hacedores del informe precisan que "el despliegue de la crisis socioeconómica a partir del año 2001 coloca a los conflictos familiares, que la crisis promovió en cantidad y profundidad inéditas, como el primer motivo de adicción desplazando a la búsqueda de `nuevas experiencias' que dominaba los años anteriores como motivo principal de consumo".Los datos sobre consumo de alcohol en los jóvenes, que es un fenómeno que también se produce en el conurbano y en varios puntos del país, se desprenden además de la última encuesta de hogares del Sedronar, publicada a fines de 2009.

De acuerdo a ese informe oficial, la cerveza es la bebida alcohólica que más se consume en todo el país y los que más abusan de esta bebida son los jóvenes de entre 19 y 24 años, mientras que cada un mayor de entre 35 y 49 años que consume cerveza en exceso, dos menores de entre 12 y 18 años también lo hacen. 19

AÑOS
Hoy el 50% de las personas que ingresan en un centro de rehabilitación tiene entre 15 y 22 años.

La Subsecretaría de Atención a las Adicciones de la provincia de Buenos Aires realizó recientemente un estudio que lo confirma: el promedio de edad de las personas que están en tratamiento es de 19 años

SELECTIVOS
En los menores de 14 años, coinciden tanto los protagonistas del fenómeno como los estudiosos del tema, el consumo suele buscar un efecto de embriaguez rápido sin discriminar el tipo de producto por su calidad, sino por su valor. En cambio, en la franja que va de los 18 a los 30 años la selectividad es mayor, aunque también aumenta la cantidad de alcohol que terminan ingiriendo