Robert Kurzban. (Foto: Anthony Baratta) |
Según esa teoría tradicional, las amistades son esencialmente relaciones de intercambio de favores. Usted hace cosas por sus amigos, y ellos hacen cosas por usted. El problema con esta teoría es que, si fuera cierta, entonces llevaríamos muy bien la cuenta de lo que hacemos por los amigos y lo que ellos hacen por nosotros; sin embargo, hay muchas pruebas de que no hacemos eso.
Para verificar si los seres humanos hacemos amigos por razones que no son "comerciales", Peter DeSciol (actualmente en la Universidad Brandeis), Robert Kurzban (de la Universidad de Pensilvania) e investigadores de otras dos universidades, recurrieron a una red social de internet. En concreto, fueron a MySpace, una red social que, a diferencia de otras, permite que la gente otorgue una puntuación a cada uno de sus amigos.
Aprovechando una enorme base de datos construida a partir de MySpace, los investigadores llevaron a cabo la labor de determinar en qué medida la fortaleza percibida de los lazos de amistad estaba influenciada por la valoración en puntos dada por un amigo.
Para verificar si los seres humanos hacemos amigos por razones que no son "comerciales", Peter DeSciol (actualmente en la Universidad Brandeis), Robert Kurzban (de la Universidad de Pensilvania) e investigadores de otras dos universidades, recurrieron a una red social de internet. En concreto, fueron a MySpace, una red social que, a diferencia de otras, permite que la gente otorgue una puntuación a cada uno de sus amigos.
Aprovechando una enorme base de datos construida a partir de MySpace, los investigadores llevaron a cabo la labor de determinar en qué medida la fortaleza percibida de los lazos de amistad estaba influenciada por la valoración en puntos dada por un amigo.
Resultó ser que esa puntuación es de mucha importancia.
Por ejemplo, si Pedro es puntuado como el Número 1 por uno de sus amigos, es mucho más probable que Pedro también puntúe a ese amigo como el Número 1. Los resultados del estudio muestran que, comparando los amigos que ocuparon la primera posición con los que ocuparon la segunda, el 69 por ciento de los individuos escogió como su mejor amigo al que mejor le había puntuado. Y a pesar de que otros factores también influyeron en cómo las personas evaluaban a sus amigos (la geografía, por ejemplo) ninguno de ellos tuvo un papel tan importante como la puntuación recibida de ese amigo. (Solo Ciencia.com)
Por ejemplo, si Pedro es puntuado como el Número 1 por uno de sus amigos, es mucho más probable que Pedro también puntúe a ese amigo como el Número 1. Los resultados del estudio muestran que, comparando los amigos que ocuparon la primera posición con los que ocuparon la segunda, el 69 por ciento de los individuos escogió como su mejor amigo al que mejor le había puntuado. Y a pesar de que otros factores también influyeron en cómo las personas evaluaban a sus amigos (la geografía, por ejemplo) ninguno de ellos tuvo un papel tan importante como la puntuación recibida de ese amigo. (Solo Ciencia.com)
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