Isabelle Bauer. (Foto: Concordia University) |
Para el estudio se reclutó a 104 adultos de diversas edades que respondieron a una encuesta sobre sus mayores pesares, que iban desde no dedicar suficiente tiempo a estar con su familia, hasta el haberse casado con la persona equivocada. Se les pidió también que estimasen el grado de gravedad de sus desdichas en comparación con las de otros sujetos de su misma edad.
Se constató la veracidad de la creencia de que, en general, cuando una persona se compara con quienes están peor que ella, acaba sintiéndose mejor. Y también que cuando lo hace con personas que están mejor, aumenta el riesgo de que se acabe sintiendo peor.
Compararse con quienes están en una situación peor, y ser consciente de que se está mejor que ellos, puede también tener un efecto medible en la salud física: Los participantes que se compararon con personas sumidas en situaciones sociales peores, experimentaron menos síntomas de resfriado. En general, manifestaron un efecto positivo en su bienestar emocional durante los meses siguientes.
Carsten Wrosch, de la citada universidad canadiense, argumenta que la angustia emocional causada por sentirse desdichado puede desencadenar un cierto descontrol biológico en mecanismos inmunitarios y hormonales, que hace a las personas más vulnerables a la aparición de problemas de salud, ya sea un resfriado u otros trastornos más a largo plazo. Los resultados del nuevo estudio sugieren que las comparaciones con personas inmersas en situaciones sociales peores que la nuestra pueden mejorar nuestro bienestar emocional y ayudar a prevenir problemas de salud.
Se constató la veracidad de la creencia de que, en general, cuando una persona se compara con quienes están peor que ella, acaba sintiéndose mejor. Y también que cuando lo hace con personas que están mejor, aumenta el riesgo de que se acabe sintiendo peor.
Compararse con quienes están en una situación peor, y ser consciente de que se está mejor que ellos, puede también tener un efecto medible en la salud física: Los participantes que se compararon con personas sumidas en situaciones sociales peores, experimentaron menos síntomas de resfriado. En general, manifestaron un efecto positivo en su bienestar emocional durante los meses siguientes.
Carsten Wrosch, de la citada universidad canadiense, argumenta que la angustia emocional causada por sentirse desdichado puede desencadenar un cierto descontrol biológico en mecanismos inmunitarios y hormonales, que hace a las personas más vulnerables a la aparición de problemas de salud, ya sea un resfriado u otros trastornos más a largo plazo. Los resultados del nuevo estudio sugieren que las comparaciones con personas inmersas en situaciones sociales peores que la nuestra pueden mejorar nuestro bienestar emocional y ayudar a prevenir problemas de salud.
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