El Sábado 20 de Febrero nos hemos reunido un grupo importante de jóvenes y gente nueva en nuestro local de Av. Bunge y Libertador Sur y hemos llegado a distintas conclusiones a partir de varios diagnósticos.
Este diagnóstico es producto de la visita a barrios de las distintas localidades y recogido los reclamos ciudadanos, así como las cifras oficiales de la Municipalidad.
Hoy existe una realidad que va desde lo internacional a lo local. Esa realidad compleja, semi-caótica produce que la esperanza no esté vertida hacia una conciencia de revolución del progreso sino a lo más terrenal y práctico, se desea normalidad, previsibilidad.
Pinamar por su crecimiento demográfico y urbanístico, ya no se encuentra exenta de los cambios bruscos que ha sufrido la sociedad en los últimos tiempos.
El presupuesto de la municipalidad es en los papeles de 78 millones de pesos, lo cual es mucha cantidad de dinero vista de un modo neutral.
Sin embargo, hoy los sueldos municipales implican un gasto anual de 65 millones de pesos aproximadamente (En Enero se ejecutaron las partidas en sueldos municipales por 5 millones de pesos, cifra que debe ser multiplicada por 13, que son los 12 meses del año mas el aguinaldo).
Esta situación significa e implica que la administración financiera del Estado Municipal no puede garantizar de ningún modo un cumplimiento normal de las obligaciones contraídas y requeridas para un gobierno regular.
La solución, muy a pesar de algunos no radica en echar a los empleados municipales, primero porque esto implicaría un desequilibrio en la ecuación económica del gasto público indirecto que genera la municipalidad para mantener el equilibrio social, segundo porque echarlos se vuelve prácticamente regresivo para el estado municipal.
La mejor alternativa es que a esa masa de empleados se los convierta en sujetos aptos para el cambio progresivo que permita el cambio para nuestra ciudad, esto es posible a través de la formación especializada continua en la administración pública.
Se acabaron los tiempos en los que toda la responsabilidad va por cuenta del político que pone la cara, la complejidad del tejido socio-económico de Pinamar hace que actividades como las llevadas adelantes por el GET con proyectos como Pinamar+Arte se tengan que volver con el tiempo en protagonistas junto al estado del progreso de nuestra ciudad, nuestra vocación va a radicar en potenciar y fomentar este tipo de actividades.
Nuestros jóvenes tienen que tener estructuras de contención deportiva, cultural e institucionales, nuestra vocación también va a estar vertida en ello.
El cuidado del medio ambiente es fundamental para que el desarrollo sustentable sea posible en el mediano y largo plazo.
Hay que preguntarse con total sinceridad, qué candidato es capaz de normalizar esta situación y ser capaz de establecer los cimientos para estas pretensiones que son comunes entre los candidatos. Por eso que lo importante es saber cuál va a ser el equipo de cada candidato.
A nuestro sector se le ha exigido renovación y esa renovación hoy existe, ahora esa exigencia debería ser para el resto de los partidos políticos también, porque sus candidatos no son precisamente “nuevos”.
Estamos convencidos de que la democracia consiste en gestar un proyecto que sea representativo de un ideal individual y colectivo, para poder ser elegido por la mayoría de nuestros vecinos y vecinas para elegir su estilo de vida.
Esto implica que no le tenemos miedo a ningún candidato ni partido, los vamos a superar en las urnas, porque nuestro trabajo no empezó en las elecciones de concejales del año pasado.
Todos saben que el llamado a elecciones llega tarde, pero nadie puede decir que nosotros no avisamos desde el principio sobre el momento en el cual se tenían que realizar.
miércoles, 24 de febrero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario