"El papel de las vocalizaciones copulatorias (como se define técnicamente a los gemidos y gritos durante el sexo) sigue siendo un enigma. Normalmente, dichas vocalizaciones se emiten durante el inicio, la copulación o tras alcanzar el coito. El papel de las mismas es enigmático. Sin embargo, sus efectos son múltiples y pueden incluir la sincronización del orgasmo femenino y masculino o el fortalecimiento de la pareja", declaran los autores en el último 'Archives of Sexual Behavior' . Francisca Molero, directora del Instituto de Sexología de Barcelona y vicepresidenta de la Federación Española de Sociedad de Sexología (FESS), admite que el estudio es muy interesante y que "analiza algo que es de sentido común. La vocalización del orgasmo tiene mucho sentido porque es una forma de acoplarse a la pareja. Entre dos personas que se gustan., el deseo aumenta cuando ves la excitación del otro, por eso es normal que los jadeos aumenten la autoestima del otro".
El estudio
Con el fin de establecer la intencionalidad de los gemidos, ambos científicos británicos llevaron a cabo un estudio con 71 mujeres heterosexuales y sexualmente activas de entre 18 y 48 años.
A todas ellas se les realizaron varios cuestionarios sobre la frecuencia de sus orgasmos y en qué fases del encuentro sexual se producían, su historia de pareja y la cantidad e intensidad de sus gemidos o gritos. Asimismo se las preguntó por las razones 'tácticas' por las que gemían y las consecuencias que tenían sus vocalizaciones.
Los datos constatan que no existe "una sincronía entre el orgasmo y la vocalización del coito. Un dato que fue respaldado por las respuestas a la pregunta: ¿Qué porcentaje de tiempo emites ruidos durante el sexo, incluso cuando no vas a tener un orgasmo?. El 25% de las mujeres informó de que gemían cuando no habían alcanzado el clímax más del 90% del tiempo", detallan los autores en sus conclusiones.
En cuanto a las razones por las que las que ellas realizaban vocalización copulatoria, el ensayo destaca que el 66% lo usaba para acelerar la eyaculación de su pareja, con el fin de evitar, molestias, aburrimiento o fatiga. "Es importante destacar que el 92% de las participantes tenía muy claro que estas vocalizaciones 'impulsan' la autoestima de sus parejas y el 87% de ellas reconoció que las usaban con este propósito".
Momento del orgasmo
Uno de los aspectos que destacan los investigadores es que "los orgasmos femeninos fueron más frecuentes durante la automasturbación del clítoris o con las caricias de la pareja, así como durante el sexo oral, que durante la penetración vaginal".
Existen varios trabajos que han examinado "los efectos fisiológicos y psicológicos del orgasmo femenino, pero hay muy pocos estudios sobre la vocalización copulatoria. Los datos muestras que todas ellas realizaban gemidos y por lo menos algunos de ellos bajo un control consciente. El 100% de la muestra había experimentado orgasmos. Sin embargo, los más frecuentes se producían en otros momentos de la relación, no con la penetración vaginal, lo que indica que la estimulación del clítoris es primordial en este contexto", insisten los autores del ensayo.
En conjunto, estos datos muestras claramente que "en la mujer las vocalizaciones del orgasmo y la cópula se disocian en las relaciones sexuales, lo que indica que al menos algunas de ellas están bajo control más consciente que inconsciente. De hecho, la expresión de las mismas probablemente e utilicen para manipular el comportamiento de la pareja, en particular influir en el momento del clímax".
Francisca Molero cree que "no siempre los gemidos son conscientes, se trata de una respuesta normal durante una relación. Además muchas veces son anticipatorios del orgasmo y suelen producirse como forma de interacción con el otro. Los jadeos forman parte de la simbología del encuentro sexual".
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