(U24) El próximo lunes 2 de abril se conmemorará el Día mundial de concientización sobre el autismo, un trastorno que padecen 1 de cada 150 niños.
Los últimos datos oficiales en USA confirmaron lo que se observa en las clínicas y en las comunidades: cada vez son más los niños con autismo. En los últimos 10 años, la cantidad de menores con esta enfermedad se ha incrementado en un 78%.
Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) informaron ayer que uno de cada 88 niños tiene algún nivel de autismo y que afecta principal a los varones en ese país.
En Argentina los padres de los chicos afectados por este trastorno piden mayor cobertura de las obras sociales y más apertura de las escuelas comunes para recibir a sus hijos.
Pero lo que hasta ahora pudieron conseguir es que el próximo domingo 1 de abril la Casa Rosada se ilumine de azul, color que simboliza la campaña mundial para la concientización sobre el autismo, según lo dispuso la presidenta Cristina Fernández.
Con la iluminación de la Casa Rosada de color azul, la Argentina se sumará a este gesto global para difundir y concientizar sobre el autismo, que consiste en colocar luminarias sobre monumentos emblemáticos cívicos como la Torre Eiffel, el Times Square, el Empire States y la Torre Agbar, entre otros.
En el 2007 la ONU designó al 2 de abril como el Día Mundial de Concientización sobre el Autismo a partir de la resolución 62/139. En Argentina los actos se realizarán el 1 de abril.
EN USA, se estima que afecta cinco veces más a los niños que a las niñas, aproximadamente uno de cada 54 niños padece de autismo.
"Esta información pinta una imagen de la magnitud de la condición en todo nuestro país y nos ayuda a comprender cómo las comunidades identifican a los niños con autismo", declaró la secretaria de Salud, Kathleen Sebelius.
El autismo no es una enfermedad con marcadores biológicos definidos, sino que su diagnóstico se basa en un conjunto de conductas. En términos sencillos, esto significa que no hay una anormalidad física o genética, sino que el diagnostico proviene de un análisis de la interacción con otras personas, la conducta y el nivel de desarrollo mental.
El autismo se diagnostica con base en un espectro que va de formas leves que se identifican con la falta de contacto visual y dificultad para comunicarse, a niveles severos en donde el menor no tiene ningún tipo de interacción con las personas a su alrededor.
"Estos datos nos dicen que hay seguramente más niños y familias que necesitan ayuda", dijo el director del CDC, Thomas Frieden. "Necesitamos continuar registrando el espectro del autismo porque es el tipo de información que necesitan las comunidad para mejorar los servicios disponibles".
Jerry Salazar, de 12 años de edad, fue diagnosticado con autismo cuando tenía cuatro años y desde entonces ha logrado obtener servicios en su comunidad, que le ayudan en su vida diaria.
"No tenía mucho vocabulario, sólo decía palabras básicas. No le gustaba jugar con otros niños ni salir a la calle. Cuando veía televisión se perdía en su mente", explicó Raquel Cazas, madre de Jerry.
"Si no fuera por los servicios que hemos recibido y porque he comprendido que tengo un hijo con discapacidades, la situación sería aún más difícil", comentó la madre.
Rachel confiesa que lo más complicado para ella no fue que su hijo no jugara con otros niños, sino que no le importase lo que digan otras personas.
La pediatra Dra. Martha Rivera, especialista en autismo del Hospital White Memorial, en el Este de Los Ángeles, asegura que ha visto un incremento cada vez mayor de niños con autismo y que afecta todas las razas, grupos étnicos y condición socioeconómica.
"Hay algunos padres que después de que sus hijos son diagnosticados rechazan el diagnóstico", dijo la Dra. Rivera.
Cuando esto sucede, ella recomienda pruebas médicas para que los padres se convenzan que los pequeños no tienen problemas con los oídos o con los ojos."Cuando educamos a los padres –y en algunos casos hay que convencerlos- y están dispuestos a que sus hijos reciban la ayuda que necesitan, el menor puede adaptarse y mejorar su condición", manifestó la pediatra.
Para la Dra. Rachel Findel, directora de Investigaciones de autismo de la organización Intercare Therapy, ubicada en Los Ángeles, está claro que el autismo es un problema en la comunidad y que hay que identificar cómo llevar los servicios para ayudar a los niños y sus familias a un edad temprana.
"La terapia es más efectiva cuando el menor es diagnosticado antes de los 3 años de edad, cuando esto sucede es posible que para los 8 años, el menor ya no tendrá el diagnostico o que el nivel de autismo sea más leve, pero si se espera hasta cuando el menor está en el escuela, se han perdido unos años que son clave en el desarrollo del pequeño? en conclusión entre más pequeño se hace el diagnóstico, mejores son los resultados", aseveró la Dra. Findel.
La Dra. Rivera recomienda a los padres que lleven a sus hijos a sus chequeos médicos anuales para asegurar que se están desarrollando normalmente e identificar a los menores que necesitan ayuda adicional.
ALGUNOS SÍNTOMAS
1. falta de contacto visual o de lenguaje corporal
2. Problema en mantener o desarrollar relaciones (no puede jugar con otros)
3. Movimientos o lenguaje repetitivo
4. Rutinas excesivas (la misma comida, los mismos objetos, etc.)
5. Conexión fuerte hacia un objeto o insistencia en un algo
6. Hiper o hipo actividad hacia algún aspecto del ambiente como el color de la pared, temperatura, textura, olor o tacto
En Rosario
La actividad organizada por el grupo TGD Padres Rosario se centrará en el cruce de las peatonales Córdoba y San Martín, hasta el domingo 1º de marzo. En ese lugar montaron una carpa para concientizar a la ciudadanía sobre las características del espectro autista que comprende trastornos conductuales, de expresión y de comunicación, sgún informa Rosario3.
“Notamos una buena repercusión de parte de la gente que pasa caminando y se detiene a preguntar para saber qué es el autismo, ya que muchos tienen una noción bastante limitada del tema”, explicó a Rosario3.com, Maricé Gallardo, mamá de un niño autista de 7 años.
Según señalan los padres. Hay muchos chicos con los síntomas de este trastorno, pero no están diagnosticados. En consecuencia, no reciben ningún tratamiento y no mejoran su situación.
“Los que más se interesan en saber son los tíos o los abuelos de los chicos con este problema, ya que para los padres es muy duro enfrentarse con este diagnóstico y prefieren negarse a reconocerlo”, afirmó Maricé y reconoce que a ella le ocurrió lo mismo cuando le advirtieron que su pequeño hijo era autista.
“Primero me enojé con quienes me lo dijeron y me negué a aceptar la situación. Puse excusas para justificar que mi hijo no hablaba o no se relacionaba con el entorno; pero un día tomé conciencia de que si no aceptaba lo que estaba pasando, no podría ayudarlo para que se integre a la sociedad como lo está hoy”, dijo Maricé.
El TGD Padres Rosario procura reunir las firmas necesarias para impulsar cambios significativos en la ley de discapacidad que les permitan “tener acceso a la cobertura de las obras sociales, sin tener que pelear por cada prestación que deben autorizar” –señalan– y ponen el acento en la necesidad de que el sistema educativo sea más abierto y reciba a sus hijos en escuelas comunes.
“Es increíble lo que mejoran los chicos autistas si asisten a escuelas comunes, ya que se integran con el resto y evolucionan mucho más –explican– pero son muy pocas las escuelas que les abren sus puertas”.
"Esto que hacemos también tiene para nosotros, los padres, un efecto terapéutico y de acompañamiento mutuo, porque es muy difícil y muy duro encontrarse con este panorama sin que alguien tienda una mano", dijo Maricé y convoca a través de su facebook a otros padres que estén viviendo la misma experiencia.
Los últimos datos oficiales en USA confirmaron lo que se observa en las clínicas y en las comunidades: cada vez son más los niños con autismo. En los últimos 10 años, la cantidad de menores con esta enfermedad se ha incrementado en un 78%.
Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) informaron ayer que uno de cada 88 niños tiene algún nivel de autismo y que afecta principal a los varones en ese país.
En Argentina los padres de los chicos afectados por este trastorno piden mayor cobertura de las obras sociales y más apertura de las escuelas comunes para recibir a sus hijos.
Pero lo que hasta ahora pudieron conseguir es que el próximo domingo 1 de abril la Casa Rosada se ilumine de azul, color que simboliza la campaña mundial para la concientización sobre el autismo, según lo dispuso la presidenta Cristina Fernández.
Con la iluminación de la Casa Rosada de color azul, la Argentina se sumará a este gesto global para difundir y concientizar sobre el autismo, que consiste en colocar luminarias sobre monumentos emblemáticos cívicos como la Torre Eiffel, el Times Square, el Empire States y la Torre Agbar, entre otros.
En el 2007 la ONU designó al 2 de abril como el Día Mundial de Concientización sobre el Autismo a partir de la resolución 62/139. En Argentina los actos se realizarán el 1 de abril.
EN USA, se estima que afecta cinco veces más a los niños que a las niñas, aproximadamente uno de cada 54 niños padece de autismo.
"Esta información pinta una imagen de la magnitud de la condición en todo nuestro país y nos ayuda a comprender cómo las comunidades identifican a los niños con autismo", declaró la secretaria de Salud, Kathleen Sebelius.
El autismo no es una enfermedad con marcadores biológicos definidos, sino que su diagnóstico se basa en un conjunto de conductas. En términos sencillos, esto significa que no hay una anormalidad física o genética, sino que el diagnostico proviene de un análisis de la interacción con otras personas, la conducta y el nivel de desarrollo mental.
El autismo se diagnostica con base en un espectro que va de formas leves que se identifican con la falta de contacto visual y dificultad para comunicarse, a niveles severos en donde el menor no tiene ningún tipo de interacción con las personas a su alrededor.
"Estos datos nos dicen que hay seguramente más niños y familias que necesitan ayuda", dijo el director del CDC, Thomas Frieden. "Necesitamos continuar registrando el espectro del autismo porque es el tipo de información que necesitan las comunidad para mejorar los servicios disponibles".
Jerry Salazar, de 12 años de edad, fue diagnosticado con autismo cuando tenía cuatro años y desde entonces ha logrado obtener servicios en su comunidad, que le ayudan en su vida diaria.
"No tenía mucho vocabulario, sólo decía palabras básicas. No le gustaba jugar con otros niños ni salir a la calle. Cuando veía televisión se perdía en su mente", explicó Raquel Cazas, madre de Jerry.
"Si no fuera por los servicios que hemos recibido y porque he comprendido que tengo un hijo con discapacidades, la situación sería aún más difícil", comentó la madre.
Rachel confiesa que lo más complicado para ella no fue que su hijo no jugara con otros niños, sino que no le importase lo que digan otras personas.
La pediatra Dra. Martha Rivera, especialista en autismo del Hospital White Memorial, en el Este de Los Ángeles, asegura que ha visto un incremento cada vez mayor de niños con autismo y que afecta todas las razas, grupos étnicos y condición socioeconómica.
"Hay algunos padres que después de que sus hijos son diagnosticados rechazan el diagnóstico", dijo la Dra. Rivera.
Cuando esto sucede, ella recomienda pruebas médicas para que los padres se convenzan que los pequeños no tienen problemas con los oídos o con los ojos."Cuando educamos a los padres –y en algunos casos hay que convencerlos- y están dispuestos a que sus hijos reciban la ayuda que necesitan, el menor puede adaptarse y mejorar su condición", manifestó la pediatra.
Para la Dra. Rachel Findel, directora de Investigaciones de autismo de la organización Intercare Therapy, ubicada en Los Ángeles, está claro que el autismo es un problema en la comunidad y que hay que identificar cómo llevar los servicios para ayudar a los niños y sus familias a un edad temprana.
"La terapia es más efectiva cuando el menor es diagnosticado antes de los 3 años de edad, cuando esto sucede es posible que para los 8 años, el menor ya no tendrá el diagnostico o que el nivel de autismo sea más leve, pero si se espera hasta cuando el menor está en el escuela, se han perdido unos años que son clave en el desarrollo del pequeño? en conclusión entre más pequeño se hace el diagnóstico, mejores son los resultados", aseveró la Dra. Findel.
La Dra. Rivera recomienda a los padres que lleven a sus hijos a sus chequeos médicos anuales para asegurar que se están desarrollando normalmente e identificar a los menores que necesitan ayuda adicional.
ALGUNOS SÍNTOMAS
1. falta de contacto visual o de lenguaje corporal
2. Problema en mantener o desarrollar relaciones (no puede jugar con otros)
3. Movimientos o lenguaje repetitivo
4. Rutinas excesivas (la misma comida, los mismos objetos, etc.)
5. Conexión fuerte hacia un objeto o insistencia en un algo
6. Hiper o hipo actividad hacia algún aspecto del ambiente como el color de la pared, temperatura, textura, olor o tacto
En Rosario
La actividad organizada por el grupo TGD Padres Rosario se centrará en el cruce de las peatonales Córdoba y San Martín, hasta el domingo 1º de marzo. En ese lugar montaron una carpa para concientizar a la ciudadanía sobre las características del espectro autista que comprende trastornos conductuales, de expresión y de comunicación, sgún informa Rosario3.
“Notamos una buena repercusión de parte de la gente que pasa caminando y se detiene a preguntar para saber qué es el autismo, ya que muchos tienen una noción bastante limitada del tema”, explicó a Rosario3.com, Maricé Gallardo, mamá de un niño autista de 7 años.
Según señalan los padres. Hay muchos chicos con los síntomas de este trastorno, pero no están diagnosticados. En consecuencia, no reciben ningún tratamiento y no mejoran su situación.
“Los que más se interesan en saber son los tíos o los abuelos de los chicos con este problema, ya que para los padres es muy duro enfrentarse con este diagnóstico y prefieren negarse a reconocerlo”, afirmó Maricé y reconoce que a ella le ocurrió lo mismo cuando le advirtieron que su pequeño hijo era autista.
“Primero me enojé con quienes me lo dijeron y me negué a aceptar la situación. Puse excusas para justificar que mi hijo no hablaba o no se relacionaba con el entorno; pero un día tomé conciencia de que si no aceptaba lo que estaba pasando, no podría ayudarlo para que se integre a la sociedad como lo está hoy”, dijo Maricé.
El TGD Padres Rosario procura reunir las firmas necesarias para impulsar cambios significativos en la ley de discapacidad que les permitan “tener acceso a la cobertura de las obras sociales, sin tener que pelear por cada prestación que deben autorizar” –señalan– y ponen el acento en la necesidad de que el sistema educativo sea más abierto y reciba a sus hijos en escuelas comunes.
“Es increíble lo que mejoran los chicos autistas si asisten a escuelas comunes, ya que se integran con el resto y evolucionan mucho más –explican– pero son muy pocas las escuelas que les abren sus puertas”.
"Esto que hacemos también tiene para nosotros, los padres, un efecto terapéutico y de acompañamiento mutuo, porque es muy difícil y muy duro encontrarse con este panorama sin que alguien tienda una mano", dijo Maricé y convoca a través de su facebook a otros padres que estén viviendo la misma experiencia.
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