¿Cómo funcionan? El desarrollador es la compañía estadounidense PixelOptics, empresa que comenzó hace una década a elaborarlas y, allá por el mes de febrero, a realizar pruebas controladas del funcionamiento de estas gafas (cuyo funcionamiento explican en este PDF), que en apariencia no distan nada de las convencionales y que tratarán de hacerse con el mercado de las lentes progresivas. Se pondrán a la venta este año en EE UU y se espera que en 2011 comiencen a venderse en Europa.
La novedad reside en que pueden cambiar de graduación gracias a una pequeña corriente eléctrica. Una pequeña capa de cristal líquido, situada en el centro de cada lente, permite alterar las propiedades de éstas y su grado de refracción, según la cantidad de corriente eléctrica recibida, y así adaptar la distancia focal a cada situación.
Para generar esta corriente eléctrica, las monturas llevan incorporadas un botón y sensores de movimiento, lo que permite que el cambio de distancia focal sea determinado por el usuario o por las propias lentes, en función de los movimientos de la cabeza.
“Estos cristales líquidos pueden cambiar su longitud focal gracias a una pequeña corriente eléctrica que pasa a través de ellos (…) lo hacen en el tiempo que dura un parpadeo, por lo que no sufren los mareos de las gafas progresivas tradicionales”, explica en Telegraph, el director de PixelOptics en Europa, Peter Zieman, quien comparta los sensores de movimiento de estas lentes con los empleados, por ejemplo, en el iPhone.
No hay comentarios:
Publicar un comentario