PARKINSON
Agustina Fuertes (Agencia CTyS) – El aumento de la esperanza de vida elevó los números de enfermedades neurodegenerativas relacionadas con el envejecimiento poblacional de los países desarrollados. El parkinson, ubicado estadísticamente como el segundo mal más frecuente luego del Alzheimer, afecta al 2% de los individuos mayores de 60 años y la cifra se duplica cada diez años.
La causa de este trastorno se debe a la pérdida de las células dopaminérgicas por muerte celular. La falta o ausencia de dopamina en el cerebro, es lo que desencadena la pérdida de control de los movimientos comandados por el sistema nervioso central.
Debido a que aún se desconoce la forma de prevenir o curar la enfermedad, científicos de la Universidad Nacional de Tucumán en conjunto con CONICET y las universidades de São Pablo y París, desarrollaron una alternativa terapéutica que apunta a prevenir el daño neuronal.
La investigación develó que una proteína llamada GAPDH, en presencia de ciertos azúcares, “forma un agregado supramolecular llamado protofibra de GAPDH que es capaz de retener los agentes tóxicos de la alfa sinucleína, una proteína responsable de la muerte de las neuronas dopaminérgicas”, explica la Doctora en bioquímica e investigadora de CONICET, Rosana Chehín.
“Descubrimos que por medio de ciertos azúcares sulfatados en posiciones específicas, podemos producir estos agregados de GAPDH capaces de limpiar los cultivos celulares de especies tóxicas”, revela la especialista, y agrega que el desafío se centra en que este hallazgo pueda ser eficiente también en modelos animales.
Hasta el momento, quienes padecen parkinson son tratados con Levadopa, una droga que tiene la capacidad de atravesar la barrera hematoencefálica logrando mejores resultados terapéuticos, y que en la actualidad es el más utilizado como paliativo de la enfermedad.
A pesar de esto, muchas veces su efectividad se ve limitada: “Cuando se llega al sistema motor, observamos que el 80 por ciento de las neuronas sinérgicas están muertas”, asegura Chehín en diálogo con la Agencia CTyS, y es por ello que distintas entidades científicas trabajan para hallar medicamentos con propiedades neuroprotectoras, es decir, que neutralicen las moléculas que inducen el daño neuronal.
Estrategia científica
Si bien los azúcares utilizados en investigaciones previas eran de gran tamaño, lo que dificultaba su llegada al sistema nervioso central, los investigadores se encuentran trabajando en esa dirección. “Nuestra idea es generar un azúcar pequeño que reproduzca las características estructurales que aquel con el que conseguimos resultados exitosos en cultivos celulares”, describe la investigadora.
La importancia de este hallazgo, que fue publicado en la revista científica estadounidense Journal of Biological Chemistry, radica también en que, por el contrario de otros medicamentos indicados para esta patología, puede administrarse por vía nasal. En la actualidad, este método es utilizado en París con excelentes resultados porque en ése área la barrera de masa encefálica no está completamente formada, lo que permite una mejor absorción.
A nivel experimental, el descubrimiento ha funcionado perfectamente en tubos de ensayo y cultivos celulares, pero la investigadora aclara que la etapa in vivo, es decir, con ratones, presenta otras dificultades: “La experimentación depende de muchísimos factores ya que en un ser vivo aparecen nuevos parámetros imposibles de predecir y controlar con la facilidad con la que lo hacíamos en un tubo de ensayo”, precisa, y agrega que estiman que esta etapa se desarrolle para el mes de septiembre.
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