Después de una cirugía para perder peso, muchos pacientes afirman que sufren cambios en el apetito, el gusto y el olfato, según un estudio reciente.
Un aspecto positivo de estos cambios es que pueden llevar a los pacientes a perder incluso más peso, sugirieron los investigadores.
El estudio contó con 103 pacientes británicos que se sometieron a una derivación gástrica en Y de Roux, con la que se hace más pequeño el estómago y se acorta el intestino delgado. El 97 por ciento de ellos afirmó que su apetito había cambiado tras la cirugía, y el 42 por ciento dijo que su sentido del olfato no era el mismo.
El 73 por ciento de los pacientes experimentaron un cambio en el gusto, sobre todo en relación a los gustos dulces y amargos, descubrieron los investigadores. Sobre todo notaron cambios en el gusto del pollo, la carne de res, el cerdo, la carne rostizada, el cordero, las salchichas, el pescado, la comida rápida, el chocolate, los alimentos grasientos, la pasta y el arroz.
Casi tres cuartas partes de los pacientes dijeron que ahora no les gustaban ciertos alimentos, sobre todo los productos cárnicos. Un tercio evitaban el pollo, la carne de res molida, el filete de carne de res, el cordero, las salchichas, la tocineta o el jamón.
Aproximadamente el 12 por ciento sufría aversión a los productos con almidón, como el arroz, la pasta, el pan, los pasteles y a los productos lácteos, como la crema, el queso, el helado y los huevos; el 4 por ciento, a la verdura; el 3 por ciento, a la fruta, y el 1 por ciento, al pescado enlatado.
Los investigadores también hallaron que los pacientes que sufrieron un cambio en su gusto por ciertos alimentos perdieron un promedio de 18 libras (unos 8 kilos) más después de la cirugía que aquellos cuyo gusto no se vio afectado, según el estudio publicado recientemente en línea en la revista Obesity Surgery.
Aunque el estudio encontró un vínculo entre la cirugía para perder peso y los cambios sensoriales, no estableció una relación de causalidad.
Los cambios en el gusto y el olfato que experimentan muchos pacientes tras la cirugía para perder peso podrían deberse a una combinación de efectos de las hormonas del intestino y el sistema nervioso central, según la autora líder del estudio, Lisa Graham, del Hospital Real de Leicester.
Graham añadió que a los pacientes que están pensando en la cirugía para perder peso se les comenta normalmente la posibilidad de que pierdan el gusto o el olfato. Fuente: MedlinePlus
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