La miocardiopatía dilatada familiar de inicio infantil es una de las enfermedades del corazón más comunes en los niños. Es progresiva y potencialmente fatal debido a que el músculo cardiaco está hipertrofiado y debilitada.
Hasta ahora no se conocía ningún gen relacionado con su origen pero en un trabajo que hoy se publica en «Nature Genetics» científicos de EE.UU., India , Italia y Japón han identificado el primer gen relacionado con esta enfermedad.
El estudio también revela una relación entre la miocardiopatía dilatada familiar y la activación excesiva de la proteína mTOR. Y, debido a que actualmente hay varios fármacos existentes aprobados dirigidos específicamente al bloqueo para esta proteína, como la rapamicina, que se emplean principalmente como un fármaco inmunosupresor para los trasplantes de órganos sólidos, los investigadores sugieren que al menos uno de estos inhibidores de mTOR podría ser eficaz en detener la progresión de la miocardiopatía dilatada familiar.
«En el futuro esperamos disponer de tratamientos para todas las variaciones genéticas que contribuyen a esta enfermedad compleja y no sólo medicamentos que retrasen la insuficiencia cardiaca», afirma el español Valentín Fuster, director del Instituto Cardiovascular Zena y Michael A. Wiener del Mount Sinai (EE.UU.). Para Fuster, este extraordinario estudio puede conducir «a la primera generación de estos tratamientos» y ofrece una «nueva esperanza a un grupo de pacientes que no tienen otro recurso médico».
Sin cura
La miocardiopatía dilatada familiar de inicio infantil es una enfermedad caracterizada por debilitamiento progresivo y en engrosamiento del músculo del corazón y que puede conducir a una insuficiencia cardiaca y a muerte prematura. Los expertos calculan que afecta a aproximadamente uno de cada 250 individuos. Es una enfermedad genéticamente compleja, ya que se asocia con variantes en al menos 40 genes, pero que en un 50-60% de los casos pueden tener un origen desconocido. Actualmente, explica Dimpna Albert, de la Sección de Cardiología Pediátrica y Cardiopatías Congénitas de la Sociedad Española de Cardiología no tiene cura, y los fármacos disponibles sólo retrasan la aparición de la insuficiencia cardíaca congestiva o la necesidad de terapias más agresivas, como el trasplante de corazón. «En el 80% de los casos los pacientes necesitan un ttasplante cardíaco», asegura la experta.
En este estudio los científicos ha secuenciado el ADN en más de 500 adultos y niños con miocardiopatía dilatada familiar y más de 1.100 controles sanos de varias cohortes étnicamente diferenciadas para avanzar un poco más en el perfil genético de la enfermedad. Así, identificaron cambios en el gen RAF1 como causa de la miocardiopatía dilatada familiar de inicio infantil y encontraron que los pacientes con dichas mutaciones eran más propensos a ser diagnosticados con la enfermedad de niños. Estas variantes genéticas representaron aproximadamente el 10 por ciento de los casos de miocardiopatía dilatada familiar de inicio infantil en las poblaciones estudiadas. Asimismo los expertos vieron que las alteraciones en el gen RAF1 provocaban un aumento de la actividad de la proteína mTOR, que puede ser inhibida con diferentes fármacos ya aprobados.
Para validar sus resultados, los científicos realizaron estos cambios genéticos en el pez cebra. Y cuando trataron a los animales con la rapamicina, uno de los fármacos que se utilizan para inhibir la proteína mTOR, se revirtieron parcialmente los defectos del corazón del pez cebra y los niveles de la proteína cambiaron a un perfil sano.
«En este momento hay prácticamente ningún tratamiento para la miocardiopatía dilatada dirigido específicamente a los cambios genéticos, por lo que este hallazgo es un gran avance», destaca Bruce Gelb, del Hospital Mount Sinai. «El próximo paso crucial es el estudio de este mecanismo biológico en un modelo de mamífero y gen erar datos para apoyar un estudio clínico de la rapamicina o un medicamento relacionado para pacientes con esta enfermedad que tienen estas variantes genéticas».
El estudio, señala Albert, es «preliminar» y necesita «confirmarse en mamíferos», pero ofrece una «vía nueva para tratar a estas personas». Lo intersante del trabajo es que aunque se sabí que hay causas genéticas en el origen de la miocardipatía dilatada familiar, «ninguna era tratable, como la que se propone en esta investigación». Si finalmente funciona, «se podría identificar a los pacientes de niños -actualmente se suelen diagnosticar de mayores debido a que apenas hay síntomas- para evitar el daño del corazón" y aplicar así este posible tratamiento. Fuente: ABC Salud
La miocardiopatía dilatada familiar de inicio infantil es una enfermedad caracterizada por debilitamiento progresivo y en engrosamiento del músculo del corazón y que puede conducir a una insuficiencia cardiaca y a muerte prematura. Los expertos calculan que afecta a aproximadamente uno de cada 250 individuos. Es una enfermedad genéticamente compleja, ya que se asocia con variantes en al menos 40 genes, pero que en un 50-60% de los casos pueden tener un origen desconocido. Actualmente, explica Dimpna Albert, de la Sección de Cardiología Pediátrica y Cardiopatías Congénitas de la Sociedad Española de Cardiología no tiene cura, y los fármacos disponibles sólo retrasan la aparición de la insuficiencia cardíaca congestiva o la necesidad de terapias más agresivas, como el trasplante de corazón. «En el 80% de los casos los pacientes necesitan un ttasplante cardíaco», asegura la experta.
En este estudio los científicos ha secuenciado el ADN en más de 500 adultos y niños con miocardiopatía dilatada familiar y más de 1.100 controles sanos de varias cohortes étnicamente diferenciadas para avanzar un poco más en el perfil genético de la enfermedad. Así, identificaron cambios en el gen RAF1 como causa de la miocardiopatía dilatada familiar de inicio infantil y encontraron que los pacientes con dichas mutaciones eran más propensos a ser diagnosticados con la enfermedad de niños. Estas variantes genéticas representaron aproximadamente el 10 por ciento de los casos de miocardiopatía dilatada familiar de inicio infantil en las poblaciones estudiadas. Asimismo los expertos vieron que las alteraciones en el gen RAF1 provocaban un aumento de la actividad de la proteína mTOR, que puede ser inhibida con diferentes fármacos ya aprobados.
Para validar sus resultados, los científicos realizaron estos cambios genéticos en el pez cebra. Y cuando trataron a los animales con la rapamicina, uno de los fármacos que se utilizan para inhibir la proteína mTOR, se revirtieron parcialmente los defectos del corazón del pez cebra y los niveles de la proteína cambiaron a un perfil sano.
«En este momento hay prácticamente ningún tratamiento para la miocardiopatía dilatada dirigido específicamente a los cambios genéticos, por lo que este hallazgo es un gran avance», destaca Bruce Gelb, del Hospital Mount Sinai. «El próximo paso crucial es el estudio de este mecanismo biológico en un modelo de mamífero y gen erar datos para apoyar un estudio clínico de la rapamicina o un medicamento relacionado para pacientes con esta enfermedad que tienen estas variantes genéticas».
El estudio, señala Albert, es «preliminar» y necesita «confirmarse en mamíferos», pero ofrece una «vía nueva para tratar a estas personas». Lo intersante del trabajo es que aunque se sabí que hay causas genéticas en el origen de la miocardipatía dilatada familiar, «ninguna era tratable, como la que se propone en esta investigación». Si finalmente funciona, «se podría identificar a los pacientes de niños -actualmente se suelen diagnosticar de mayores debido a que apenas hay síntomas- para evitar el daño del corazón" y aplicar así este posible tratamiento. Fuente: ABC Salud
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