Aún teniendo en cuenta la edad, el género, la etnia y los principales factores de riesgo cardiovascular, el recientemente completado análisis de datos de 3,5 millones de hombres y mujeres, recopilados de unos 20.000 centros de salud, indica que las personas casadas tenían sustancialmente menos posibilidades de padecer algún tipo de enfermedad cardiovascular que aquellas que estaban solteras, divorciadas o eran viudas.
Aunque el estudio se ha hecho en la población estadounidense, es probable que la tendencia observada sea extrapolable a otras muchas naciones.
El equipo de los cardiólogos Dr. Carlos L. Alviar y Dr. Jeffrey Berger, del Centro Médico Langone de la Escuela de Medicina en la Universidad de Nueva York, Estados Unidos, ha comprobado, entre otras cosas, lo siguiente:
Estar casado conllevaba un riesgo un 5 por ciento menor de tener una enfermedad cardiovascular que estar soltero.
Las personas viudas o divorciadas tenían una probabilidad un 3 y un 5 por ciento superior, respectivamente, de sufrir algún tipo de enfermedad de esta naturaleza.
Las personas casadas más jóvenes, aquellas por debajo de los 50 años de edad, tenían una probabilidad un 12 por ciento inferior de enfermar que las personas solteras más jóvenes.
Y por último, las parejas de mayor edad, de edades entre 51 y 60 años, tenían un riesgo reducido en un 7 por ciento, mientras que aquellas por encima de los 60 tenían una probabilidad un 4 por ciento inferior de enfermar.
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