Un equipo de investigadores estadounidenses logró controlar el reflujo de nueve de cada 10 personas
que lo padecen, a través de un anillo metálico que se implanta entre el esófago y el estómago. Este anillo actúa reduciendo la apertura de "la boca" del estómago y evita que los ácidos que contiene regresen hacia la boca de la persona y causen ardor.
El dispositivo fue probado en 750 pacientes y logró eliminar los síntomas en más del 90% de los casos. Los síntomas más frecuentes son sentir nuevamente el gusto del alimento y tener dolor o ardor en el pecho, esto suele aumentar al agacharse, inclinar el cuerpo o acostarse, sobre todo en la noche. En algunos casos provoca también tos y dolor de garganta.
El reflujo se produce cuando el esfínter, músculo que mantiene cerrado el paso entre el estómago y el esófago, no funciona como corresponde. Por eso es alrededor del esfínter donde, mediante una cirugía mínimamente invasiva, se coloca el dispositivo. La operación dura entre una y dos horas.
El curioso brazalete está compuesto por trece piezas magnéticas diminutas, unidas por una suerte de elástico.
"Es sencillo, elegante y funcional, y brinda la oportunidad de ayudar a un gran número de pacientes", comentó Daniel Smith, investigador de la Clínica Mayo (Estados Unidos).
Hasta ahora, las alternativas de tratamiento para el reflujo esofágico eran la cirugía o el uso de medicamentos que suprimen la acidez. Sin embargo, muchas veces no logra controlarse por completo.
En Uruguay hay 150.000 personas que padecen esta afección del sistema digestivo, según concluyó en 2012 el primer estudio de prevalencia nacional. Se trata del 5% de la población.
Los resultados obtenidos por la utilización del brazalete en cuestión (comercializado bajo el nombre de LINK) fueron publicados ayer por la revista New England Journal of Medicine. A tres años de implantado, el 92% de los pacientes ya no presentaba síntomas de reflujo; el 87% no necesitaba tomar medicamentos, y el 94% dijo estar satisfecho con el tratamiento.
Un efecto colateral que es común tras el implante del dispositivo es la dificultad para tragar (se vio en 68% de los casos), pero se comprobó que disminuye con el tiempo. No obstante, en cuatro pacientes el brazalete tuvo que ser retirado.
"La vida de estas personas se transforma con el dispositivo", comenta el doctor Smith, quien agrega que los pacientes que se ven más beneficiados son aquellos con un reflujo crónico que no logra aliviarse con medicamentos.
"Es una de las consultas más frecuentes en gastroenterología y está asociado a condiciones como la obesidad, el consumo de alcohol, el tabaquismo, o a condiciones anatómicas como una hernia hiatal", explicó a El Mercurio la doctora Claudia Figueroa, gastroenteróloga de la Clínica Las Condes.
Respecto del brazalete, la especialista dijo que, a la luz de estos primeros resultados, conviene evaluar a qué tipo de pacientes ofrecerlo. "Quizás podría ser a gente más joven, pensando que aún tienen muchos años por delante con este problema y a quienes no conviene ofrecer una cirugía".
Por su parte, el doctor Daniel Cisternas, gastroenterólogo de la Red Salud UC, precisó que como aún se trata de una terapia experimental, "hay que esperar un par de años para ver qué ocurre a largo plazo con los pacientes".
Un anillo metálico puede controlar el trastorno digestivo crónico de la enfermedad por reflujo gastroesofágico al rodear la válvula en la unión del esófago y el estómago mediante una cirugía mínimamente invasiva, según concluye un estudio publicado en `New England Journal of Medicine`. El método ha sido probado en 750 pacientes, logrando eliminar los síntomas en más del 90% de los casos. Hasta ahora, las alternativas de tratamiento para el reflujo esofágico eran la cirugía o el uso de medicamentos que suprimen la acidez.
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