Investigadores del Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York, han descubierto un nuevo mecanismo de control de la división celular esencial para preservar la estabilidad de los cromosomas en las células humanas, que viene a ser como un "reloj" que podría ayudar a evitar la aparición de enfermedades como el cáncer o defectos graves en el desarrollo embrionario.
La mayoría de los tumores humanos (alrededor del 90% de tumores sólidos y el 85% de los hematológicos) presentan una inestabilidad cromosómica, como consecuencia de defectos acumulados durante la división celular, que contribuye de forma decisiva al mal pronóstico de los pacientes con cáncer y a la resistencia de los tratamientos antitumorales.
En condiciones normales, cuando las células del organismo se dividen, deben duplicar primero su contenido genético y después repartir estas dos copias de manera eficiente entre las dos células hijas, según ha explicado la investigadora española Verónica Rodríguez-Bravo, primera autora del estudio que publica la revista 'Cell'.
Pero si este proceso de separación de las dos copias de ADN (cuidadosamente empaquetado en forma de cromosomas) falla y no se produce correctamente la frecuencia con que las células ganan o pierden cromosomas, se genera una inestabilidad cromosómica que puede dar lugar entre otros problemas al aumento de oncogenes o a la perdida de genes supresores que promueven la transformación de una célula normal en cancerígena.
Hace mas de 100 años Theodor Boveri inmortalizó en sus dibujos las primeras observaciones de células en división bajo un microscopio, sugiriendo ya entonces la relación entre los efectos deletéreos de la separación errónea de los cromosomas y el cáncer.
Sin embargo, los mecanismos celulares y moleculares responsables de este proceso se han empezado a estudiar mucho más recientemente mediante técnicas mas avanzadas de microscopía, biología celular y genética.
Aún así, muchas preguntas siguen sin respuesta a la hora de entender los mecanismos que regulan la correcta separación de los cromosomas durante la división celular y por qué o cómo aparece la inestabilidad genética.
Pero en este estudio, liderado por Rodríguez-Bravo y el profesor Prasad V. Jallepalli, del Departamento de Biología Molecular del Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York, han identificado por primera vez un nuevo mecanismo de control que las células humanas utilizan para asegurar la estabilidad cromosómica.
LA DIVISIÓN SE ORIGINA EN LA MEMBRANA NUCLEAR
Esta nueva vía de regulación se caracteriza por la emisión de una señal que regula la duración adecuada de la división celular (mitosis) y que se origina en la membrana nuclear que encapsula nuestro ADN.
Este proceso, finamente regulado por una proteína clave llamada Mad1, asegura que las células dispongan del tiempo necesario para llevar a cabo la separación de sus cromosomas de manera correcta y sin errores, actuando pues como un reloj regulador de la velocidad y de la fidelidad de la transmisión de nuestro material genético a las células hijas.
Para llevarlo a cabo, Rodríguez-Bravo se ha valido de una técnica que permite manipular genéticamente las células para eliminar de manera temporal y controlada un determinado gen de interés y estudiar la importancia de éste en la separación de los cromosomas usando los llamados 'Knock-out' (literalmente noqueado o fuera de combate) condicionales en células humanas en cultivo.
Al analizar las consecuencias de la ausencia de la proteína Mad1 utilizando microscopía de alta resolución para visualizar célula a célula la separación de los cromosomas en tiempo real, observaron que la presencia de Mad1 en los poros nucleares --estructuras ancladas en la membrana que envuelve el núcleo celular-- es clave para emitir señales que regulan la velocidad normal de la división celular y que aseguran así la correcta separación de los cromosomas y la protección contra la inestabilidad genética.
CÉLULAS CON ERRORES CROMOSÓMICOS HEREDADOS
Como consecuencia de las alteraciones de este mecanismo, la división celular se acelera provocando que las células hijas hereden errores cromosómicos.
La mayoría de estos errores son unos tipos particulares de interacción entre los cromosomas y el aparato mitótico llamados merotélicos y que curiosamente son los más frecuentes en tumores humanos.
En conclusión, explican los autores, este hallazgo es un paso muy importante en el conocimiento de los mecanismos que las células humanas utilizan para transmitir fidedignamente la información genética durante cada división celular y explica una nueva fuente de aparición de inestabilidad cromosómica muy frecuente en tumores humanos.
Tanto que abre la puerta por tanto al análisis y estudio de nuevas vías de regulación de la estabilidad cromosómica, así como sus implicaciones en la generación y progresión de tumores humanos y la exploración de nuevas dianas terapéuticas contra el cáncer. (EuropaPress)
No hay comentarios:
Publicar un comentario