Las tasas de ceguera y problemas de visión han caído en los últimos 20 años en el mundo desarrollado, pero la degeneración macular ha sustituido a la catarata como la principal causa de ceguera en los países ricos, revela un análisis de la evidencia disponible publicado en la edición digital de 'British Journal of Ophthalmology'.
La forma húmeda, cada vez más conocida precisamente por la existencia de tratamientos que nos permiten estabilizar la visión e incluso en algunos casos mejorarla. No obstante es un reto en la actualidad, pues sus tratamientos son crónicos: en la actualidad el manejo de antiangiogénicos inyectados en el vítreo ha supuesto un cambio de perspectiva ya que en más del 90 % podemos conservar visiones útiles. Otras opciones serán la Terapia Fotodinámica o la Radioterapia Epimacular, o incluso la combinación de ellas.
Los investigadores médicos escrutaron los datos disponibles desde 1980 hasta 2012 sobre la prevalencia y las causas de la ceguera y la visión en el futuro/problemas de visión parcial en países de altos ingresos de Asia Pacífico, Australasia, América del Norte, Europa Occidental y Europa Central y del Este.
Estos expertos detectaron 243 estudios adecuados para su análisis de un total de 15.000 en todo el mundo que eran representativos de muchas poblaciones. Luego utilizaron métodos estadísticos para calcular las estimaciones de la prevalencia y las causas más comunes de ceguera y los problemas de visión/clarividencia parcial entre 1990 y 2010 a lo largo de los 190 países.
Durante el periodo de 20 años, la prevalencia de la ceguera se redujo a la mitad en los países de altos ingresos, pasando de 3.314 millones de personas (el 0,2% de la población) a 2.736.000 personas (el 0,1% de la población). Del mismo modo, la prevalencia de la miopía/problemas de visión parcial disminuyó en un 38%, pasando de 25.362 millones (el 1,6% de la población) a 22.176.000 personas (el 1% de la población).
A nivel mundial, la prevalencia de la ceguera y la visión parcial miopía/alteración también cayó durante este periodo, en un 37 y 27 por ciento, respectivamente. En los países de altos ingresos, las mujeres tenían más probabilidades de ser ciegas o sufrir una mala visión que los hombres, a lo largo del periodo de estudio de 20 años.
La causa más común de ceguera ha cambiado durante este tiempo, pasando de ser la catarata (opacidad del cristalino) a la degeneración macular (enfermedad degenerativa que afecta la visión central), excepto en los países del este y centro de Europa. Pero las causas más comunes de la miopía/problemas de visión parcial, los defectos refractivos no corregidos (incluida la miopía y la hipermetropía), siguen siendo las mismas.
"[Esto] muestra que, incluso para los países altamente desarrollados, una de las formas más eficaces, baratas y seguras de mejorar la pérdida de la visión, proporcionando las gafas adecuadas para corregir los defectos de refracción, se está pasando por alto", señalan los autores de este trabajo.
Estos expertos advierten también de que el aumento de la prevalencia de la diabetes tendrá un enorme impacto en la salud de los ojos, con cerca de 100 millones de personas que se espera que desarrollen retinopatía diabética, alrededor de un tercio de las cuales están en riesgo de perder la vista. Muchos individuos con diabetes también corren riesgo de glaucoma y catarata, añaden.
En el mundo no desarrollado
Turkana se encuentra en el extremo noreste de Kenia, dentro de la Provincia del Valle del Rift. Con una extensión de 77.300 m2, es el distrito más grande de Kenia. Su población ronda el millón de habitantes y estos se agrupan formando tribus nómadas que se dedican principalmente al pastoreo, aunque gracias a programas de ayuda al desarrollo la pesca y la agricultura han ido cobrando auge en los últimos años. Más del 60% de los turkana vive por debajo del umbral de la pobreza y se estima que la proporción de médicos por habitante en la región es de 1:75.000.
Por todo ello, la esperanza de este pueblo keniano se deposita en los proyectos de cooperación y desarrollo centrados en el agua, la salud y la educación. 'Turkana Eye Project', es uno de ellos. Esta iniciativa es una de las actividades que desarrolla la Fundación Emalikat en Turkana que se dedica a la cooperación al desarrollo y a la ayuda social.
El doctor Rafael Morcillo Laiz, médico oftalmólogo del Hospital Ramón y Cajal de Madrid y una de las personas que hacen posible la puesta en práctica de 'Turkana Eye Project', cuenta que "este proyecto desempeña una labor de cooperación en una de las zonas más pobres del mundo luchando contra la ceguera e intentando que la población consiga ser autosuficiente para tratar los problemas oculares".
"Nuestro proyecto comenzó en 2003 después de que un grupo de misioneros de origen español que realizaba labores humanitarias en este pueblo keniano contactara con una compañera alertando de que un gran porcentaje de la población turkana padecía ceguera", explica el doctor.
Durante tres años, unidades de médicos realizaron campañas en el hospital de Lokitaung que les permitió conocer mejor las necesidades de la zona y tomar la decisión de crear una unidad permanente de oftalmología que atendiera a los pacientes de Turkana durante todo el año. Como consecuencia, la 'Eye Unit' fue inaugurada en el año 2007. Desde entonces en ella se realizan las campañas anuales y durante el resto del año personal keniano se encarga de atender los problemas oftalmológicos de la zona.
Asistencia, prevención y formación
Actualmente, esta iniciativa de cooperación centra el desarrollo de sus actividades en seis campos. "Nosotros ofrecemos un servicio asistencial fijo y continuado de atención clínica y quirúrgica durante todo el año en la 'Eye Unit'. También disponemos de clínicas móviles que se desplazan hasta los lugares donde se encuentra la población para realizar las revisiones oftalmológicas", asegura.
Gracias a estas clínicas móviles se dan charlas en los colegios sobre la importancia de la vitamina A en la prevención de la ceguera y la necesidad de mantener unos hábitos de higiene para prevenir la Tracoma (enfermedad infecciosa de la conjuntiva que es la primera causa de ceguera prevenible a nivel mundial).
Rafael cuenta que a los niños menores de 5 años les administran dos dosis anuales de vitamina A. En cuanto a la Tracoma, "en el año 2010 comprobamos que casi el 50% de la población padecía esta infección y, gracias a la cesión del fármaco por parte de Pfizer, hemos conseguido administrar el antibiótico a más del 80% de la población", asegura.
El proyecto oftalmológico cuenta además con la ayuda de tres optometristas que en las consultas realizan graduaciones a los pacientes y dispensan las correspondientes gafas, ya que hay muchos casos en que los pacientes "no ven simplemente porque necesitan gafas".
Por otro lado, el doctor Morcillo destaca el papel fundamental de la formación de personal sanitario local en Oftalmología para asegurar la continuidad de la labor. "La formación y cualificación del personal local es clave para la sostenibilidad futura de la atención oftalmológica en Turkana", explica.
Además, si 'TurkanaEyeProjetc' no puede asumir determinados casos - por no disponer, por ejemplo, de algún especialista en concreto - ponen en contacto al paciente con el centro que sí tiene todos los medios necesarios para tratarlo. En la mayoría de las ocasiones estos casos suelen ser derivados al hospital de Nairobi.
Este proyecto oftalmológico cuenta con el trabajo de "un equipo sostenido y regular de 20 españoles y 10 kenianos" y están provistos de los materiales, maquinaria y tecnología necesarios para desarrollar su labor, como son por ejemplo tres micro-quirófanos, equipos láser y máquinas de optometría.
Más de 4.000 operaciones al año
Rafael afirma que la situación en Turkana ha cambiado considerablemente desde que el proyecto se instalara en el distrito keniano hace 11 años. "Cuando llegamos comenzamos operando a gran parte de la población. Como los resultados han sido muy positivos la gente confía en nosotros, se dejan ayudar y vienen a que les operemos", relata satisfecho y añade que, por otro lado, "ya no tenemos que buscar ciegos de cataratas porque los tenemos localizados en listas, sólo tenemos que desplazarnos hasta donde se encuentran para tratarles".
Estas apreciaciones se traducen en cifras. Según datos recogidos por la fundación a lo largo de más de una década, durante el primer año de su actividad llegaron a realizar 500 exploraciones y 68 cirugías. Sin embargo, estos datos muestran que el año 2013 cerró con un total de 28.000 exámenes oftalmológicos y más de 4.000 intervenciones quirúrgicas.
Rafael considera que la "diferencia cultural" es una de las mayores dificultades que se han encontrado en el desarrollo de su labor. "En ocasiones, hemos tenido que ofrecerles alimentos para conseguir atraerles y así administrarles el antibiótico para curar la Tracoma", asegura. "También, debido a que es un pueblo nómada y cuya población se encuentra dispersa, hay veces en que acceder a ellos es un tanto complicado por lo que tenemos que desplazarnos en avioneta para realizar las revisiones", añade el doctor.
Todo esto es posible gracias a las colaboraciones económicas que mensualmente hacen cerca de 100 socios. Dice que "estas aportaciones particulares representan la base para cubrir los mínimos de nuestras actividades", y añade que también reciben "ayudas de entidades como es el caso del Colegio de Médicos".
Este doctor ha vivido situaciones específicas que le han hecho sentirse útil y explica que eso es lo que le otorga las ganas y la fuerza para continuar. "He operado a una madre que nunca había visto a su hijo. Realizamos una cirugía resolutiva (operación de cataratas), eficaz y muy agradecida en el sentido de que en el quirófano entran personas que necesitaban lazarillo y, después de una intervención que sólo requiere anestesia local, salen viendo por ambos ojos", asegura.
El pasado viernes 21/03, Rafael y sus compañeros del proyecto oftalmológico partieron de viaje para realizar una de las dos o tres visitas a Turkana que médicos y enfermeros españoles realizan al año. Cuenta que "hay que tener una inquietud para ir por primera vez. Es muy duro lo que se ve. Sin embargo, una vez allí se despierta dentro de uno la sensación de compromiso que le hace volver".
| |
martes, 25 de marzo de 2014
Contra la ceguera: Necesaria guerra a la degeneración macular
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario