El científico colombiano Jorge Reynolds, que en 1958 creó el primer marcapasos de corazón, avanza en un nuevo diseño apoyado en nanotecnología que reduciría de 12.000 a 1.500 dólares el costo del equipo y convertiría en ambulatoria la intervención quirúrgica para su implantación.
En una entrevista, Reynolds confirmó que su investigación se encuentra en "la etapa experimental".
"Tenemos un marcapasos (...) que es aproximadamente la cuarta parte de un grano de arroz en tamaño (...), ya no funciona con baterías sino con la misma contracción del corazón", resaltó el investigador, cuyo inventó revolucionó la medicina y ha beneficiado a alrededor de 78 millones de personas.
Para este ingeniero electrónico que estudió en el Trinity College, en Cambridge (Reino Unido), con seis doctorados honoris causa en su haber, el marcapasos surgió de la necesidad de atender las arritmias de corazón, órgano que Reynolds define como "perfecto" aunque "sigue siendo la mayor causa de muertes en el mundo".
Desde entonces, los marcapasos han sido elaborados por distintos fabricantes hasta llegar a tener el grosor de tres monedas medianas apiladas.
El nuevo modelo en el que trabaja Reynolds, basado en la nanotecnología, campo de la ciencia que permite manipular las estructuras moleculares y los átomos para crear materiales, sistemas y aparatos muy pequeños o "nanos", estará conectado con el teléfono móvil del médico para alertar sobre posibles fallas en su sistema.
"En caso de un mal funcionamiento, el médico recibe la alarma que puede corregir desde su teléfono celular, cambiar los parámetros de funcionamiento del marcapasos", resaltó el científico, vinculado a la Fundación Clínica Shaio de Bogotá, en donde comenzó a trabajar tras su regreso al país luego de graduarse como ingeniero y estudiar en la Universidad Nacional de Colombia el funcionamiento del corazón.
Otra novedad, según Reynolds, será la forma de implantación en el paciente. "Es una cirugía aproximadamente de unos 10 a 15 minutos, poco traumática, además hay la gran ventaja de que es ambulatoria, el paciente se va para su casa", sostuvo.
De igual forma, con la nueva tecnología, se podrá reducir el costo de estos equipos, que ya no necesitarán baterías y tendrán una vida útil de alrededor de 50 años. Colaboración EFE
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