Javier Aranceta, presidente de la SENC, (DM) |
ESTILO DE VIDA SALUDABLE
Los expertos revisan las guías y las encuestas alimentarias para desarrollar nuevos consejos dietéticos.
Aunque hasta ahora el consejo nutricional se limitaba en su mayor parte a la restricción energética, "resulta más adecuado recomendar no sólo modelos alimentarios sino también actividad física", ha explicado a DM Javier Aranceta, presidente de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria, a propósito de la reunión La metodología de las encuestas alimentarias, la tipificación de la actividad física y los estilos de vida saludables, celebrada en Laguardia (Álava), y organizada por la SENC, en colaboración con la Fundación para la Investigación Nutricional (FIN) y la Fundación Española de la Nutrición (FEN).
El objetivo de la jornada, en la que han participado 36 expertos, ha sido revisar las metodologías y consensuar variables para la realización de estudios poblacionales. Aranceta destaca que, además de la salud y la dieta, hay que tener en cuenta otros factores condicionantes, entre los que el más importante es la actividad.
Conocer el equilibrio energético entre lo que se ingiere y lo que se quema permitirá tener una dieta saludable pero también variada y con algún que otro extra. Eso sí, el movimiento debe realizarse en función de las características individuales, explica Aranceta. "Por eso hay que determinar el grado de actividad física de una persona y saber cómo medirlo en las calorías que gasta, para tener más información en investigación. Además, hay que hacer entender a la población que la repercusión de la actividad física sobre la salud es espectacular. Si cumpliésemos las recomendaciones de cinco piezas de verdura y fruta al día y camináramos una hora diaria, se reduciría un 30% la morbimortalidad".
Los nuevos modelos metodológicos han comenzado a aplicarse ya en estudios como Anibes, cuyos resultados verán la luz próximamente, y permitirán conocer el perfil alimentario de los españoles y, sobre todo, datos muy fiables sobre el gasto energético, a partir de una muestra de más de 2.000 personas de entre 9 y 75 años, ha explicado Aranceta, quien participa en el estudio junto a Gregorio Varela, Lluis Serra-Majem, Rosa Ortega, Ángel Gil y Marcela González Gross.
Hasta ahora se ha constatado que "no comemos más, sino que en los últimos 15 años se ha reducido la ingesta en torno a 300 calorías per capita al año. Puesto que comemos menos, el movimiento es el que nos va a permitir una mejor composición corporal y una vida estructurada desde el punto de vista del gasto energético".
Según Aranceta, en algunas comunidades autónomas ya se está favoreciendo la aparición del ejercicio físico en la consulta. "Ya hay centros de salud en España en los que se plantea la prescripción de actividad física y se recomienda, por ejemplo, al paciente que camine tres veces a la semana durante una hora o que vaya a nadar y se le explica a qué intensidad y cómo debe realizarlo. Mi percepción es que de aquí a cinco años se prescribirá ejercicio en las consultas". (Diario Médico)
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