Lo descubierto por el nuevo estudio sugiere que los tumores pueden crecer más rápido de noche. (Imagen: Instituto Weizmann de Ciencia) |
Una investigación revela que una hormona que nos ayuda a mantenernos despiertos también mitiga la propagación del cáncer. Dado que la mayoría de la gente duerme de noche, y que el ritmo circadiano natural tiende también a destinar la noche para dormir, el hallazgo plantea la posibilidad de que el cáncer esté más activo de noche que de día.
Estos inesperados resultados los ha obtenido un equipo internacional integrado por científicos del Instituto Weizmann de Ciencia en Israel, la Universidad de Bolonia en Italia, la de Toronto en Canadá, la de Oporto en Portugal, y otras instituciones.
El equipo integrado, entre otros, por Mattia Lauriola, Eytan Domany y Yosef Yarden, se centró en dos receptores en particular. El primero, el receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR, por sus siglas en inglés), promueve el crecimiento y la migración de las células, incluyendo las cancerosas. El segundo se enlaza a una clase de hormona esteroide conocida como glucocorticoide. Los glucocorticoides desempeñan un papel en el mantenimiento de los niveles de energía del cuerpo durante el día, así como en el intercambio metabólico de materiales. Se la llama a menuda hormona del estrés porque sus niveles se elevan en situaciones estresantes, llevando rápidamente al cuerpo a un estado de alerta completa.
Con múltiples receptores, la célula recibe todo tipo de mensajes a un tiempo, y algunos de estos pueden adquirir prioridad sobre otros. En los experimentos del nuevo estudio, Lauriola y Yarden encontraron que la migración celular (actividad promovida por el receptor del factor de crecimiento epidérmico) se ve suprimida cuando el receptor de glucocorticoide está unido a su mensajero esteroide.
Dado que los niveles de esteroides alcanzan su máximo durante las horas en que estamos despiertos y caen durante el sueño, los científicos se preguntaron cómo podría esto afectar al segundo receptor, EGFR. Comprobando los niveles de esta actividad en ratones, encontraron que había una diferencia notable: Este receptor está mucho más activo durante el sueño e inactivo durante las horas de vigilia.
¿Cuán relevantes son estos hallazgos para los cánceres, en particular aquellos que usan los receptores del factor de crecimiento epidérmico para crecer y propagarse? Para descubrirlo, los científicos administraron Lapatinib (uno de los fármacos de nueva generación contra el cáncer), a ratones con cáncer. Este fármaco, usado para tratar el cáncer de mama, está diseñado para inhibir el EGFR, y así impedir el crecimiento y migración de las células cancerosas. En los experimentos, dieron a los ratones el fármaco en varios momentos del día. Los resultados revelaron diferencias notables entre los tamaños de los tumores en los diferentes grupos de ratones, dependiendo de si les habían dado el fármaco durante las horas de sueño o durante la vigilia.
La conclusión a la que han llegado pues los científicos es que podría ser más eficiente administrar ciertos fármacos anticáncer durante la noche. (NCYT)
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